Las autoridades fitosanitarias del estado de Yucatán confirmaron que un perro del municipio de Oxkutzcab fue afectado por la mosca cochliomyia hominivorax, cuyas larvas son conocidas como gusano barrenador.
El secretario de Desarrollo Rural, Edgardo Medina, informó que desde el pasado 26 de abril se recibió la notificación de un caso de miasis en un canino, por lo que personal oficial acudió a realizar la investigación epidemiológica el mismo día que se recibió la notificación
El animal es un perro de 6 años, que presentaba una lesión en la región lumbar, en la cual había larvas de Cochliomyia hominivorax, confirmadas mediante un examen parasitológico realizado por el Centro Nacional de Referencia en Parasitología Animal y Tecnología Analítica (CENAPA).
La lesión del animal afectado se trató con negasunt al 3% (coumaphos y propoxur), para eliminar la presencia de larvas de Cochliomyia hominivorax; se aplicó ivermectina al 1 % por vía parenteral y baño por aspersión con cipermetrina y clorpirifos.
De acuerdo con el informe de la plaga de gusano barrenador realizado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (WAHIS, por sus siglas en inglés), el perro con miasis convivía con otro animal de su misma especie, por lo que no se descarta la posibilidad de que en los próximos días surja un nuevo caso.
Cabe destacar que, según la misma WAHIS, a nivel nacional se han detectado un total de mil 244 casos de miasis por gusano barrenador, de los cuales 27 corresponden a perros domésticos.
MÁS CASOS EN YUCATÁN
Además del can detectado con este parásito, en Yucatán otros cinco animales se han visto afectados por la plaga de cochliomya hominivorax. Cuatro de ellos corresponden a bovinos y uno a un ovino, distribuidos en diversos ranchos de los municipios de Tzucacab y Halachó. En estas mismas localizaciones, se estima que al menos otros 191 animales son susceptibles a contraer la plaga.
El primer caso, según el reporte de la WAHIS, se registró el 5 de marzo en Tzucacab, afectando a un bovino de seis días de edad con miasis umbilical, cuya positividad a cochliomyia hominivorax se confirmó mediante análisis taxonómico.
Un mes después, en el mismo municipio, se identificaron dos casos adicionales: un bovino de 18 años y un ovino de dos años, ambos con miasis en la zona lateral derecha del abdomen.
Posteriormente, el 16 de abril, se detectó un bovino de 15 días con miasis umbilical en Halachó, seguido, cinco días después, por otro bovino de dos años con miasis en la región caudal.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), las larvas de la mosca cochliomya hominivorax se alimentan del tejido vivo de los mamíferos, representando un grave riesgo para el ganado y, en algunos casos, para los humanos.
La infestación se da cuando una mosca deposita sus huevos en la herida superficial de un mamífero, entre 12 y 24 horas después las larvas eclosionan y se alimentan de tejido vivo durante cuatro a ocho días. Una vez desarrolladas, caen al suelo para transformarse en pupas, emergiendo de siete a 10 días después como moscas.
Las infestaciones más frecuentes se presentan en el ombligo de los neonatos, en las heridas generadas por la castración o el descorne, así como en las regiones vulvares o perineales de las hembras.
Generalmente los animales afectados se separan del grupo y manifiestan depresión, falta de apetito y molestia en la herida; los animales que no reciben tratamiento pueden morir de siete a 14 días después por toxicidad o por infecciones secundarias.