Desde la tarde del martes, estudiantes de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, ubicada en Chiapas, mantienen bloqueado el cruce de avenida Insurgentes y Paseo de la Reforma en la Ciudad de México.
El motivo: exigir justicia por la muerte de su compañero Jesús Alaín Vázquez Pérez, ocurrida el pasado 15 de mayo en circunstancias que, aseguran, siguen sin esclarecerse.
La protesta ha generado un severo caos vial en una de las zonas más transitadas de la capital. El bloqueo afecta a ambas avenidas principales y ha provocado la suspensión parcial del servicio en las líneas 1 y 7 del Metrobús.
Sobre el asfalto, los manifestantes han instalado una carpa y lonas con mensajes dirigidos al gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez, a quien acusan directamente: “pakales asesinos”, se lee en una de ellas.
Según la versión oficial, difundida por el secretario de Seguridad del Pueblo, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, Jesús Alaín murió tras caer de una camioneta en movimiento mientras él y otros normalistas huían, llevando retenidos a dos policías estatales.
Sin embargo, los estudiantes sostienen que el joven, quien cursaba el octavo semestre, cayó tras recibir un golpe en la cabeza con un objeto no identificado: “el gobierno no ha investigado” cómo ocurrió el desenlace mortal, denunciaron.
La exigencia principal de los manifestantes es un peritaje independiente y avalado por el gobierno federal, así como la continuación de las investigaciones y la detención de los responsables. Rechazan la narrativa oficial que habla de un accidente y consideran que hay inconsistencias en la investigación, además de omisiones deliberadas.
A ello se suma otra razón de fondo: “repudiar la represión” ocurrida el 18 de mayo de 2021, cuando 91 estudiantes de la Mactumactzá y cuatro campesinos fueron detenidos por manifestarse en una caseta de cobro, exigiendo un examen de ingreso presencial. Estos antecedentes, dicen, muestran un patrón de criminalización y violencia contra los estudiantes normalistas.
Desde las 14:00 horas, las autoridades capitalinas han intentado establecer diálogo, sin éxito. Los estudiantes han rechazado entablar conversaciones con funcionarios que no consideran aptos para resolver sus demandas.