A más de seis años de la tragedia ocurrida el 28 de septiembre de 2019 en la Feria de Chapultepec, un exempleado del parque compartió en TikTok su experiencia como operador durante aquel día que marcó la historia del recinto.
El trabajador relató cómo comenzó su jornada de manera habitual, sin indicios de que algo saldría mal.
“Quimera llevaba una hora de haber abierto al público. Era un día normal y caluroso, no hubo ningún indicio de lo que pasaría más tarde”, dijo.
Minutos antes del accidente, el operador recuerda haber visto cómo la montaña rusa comenzaba su ciclo, sin imaginar que sería el último. Un gran estruendo alertó a todos: el último vagón se descarriló, chispeando y desprendiendo piezas que volaron por el aire. “Paralizado por el miedo, lo único que hice fue terminar de ver la escena. Los visitantes estaban envueltos en terror e incertidumbre”, narró.
Tras el accidente, los operadores vivieron momentos de confusión y angustia. “Corré hacia la salida de la Quimera, los operadores estaban en completo silencio. Mi amigo se levantó, me abrazó y lloramos”, relató.
Mientras intentaban mantener la calma y ayudar a los visitantes, el parque cerró sus puertas y los trabajadores se vieron obligados a gestionar los reembolsos y a documentar lo ocurrido, sin tener claridad completa sobre la magnitud del daño.
El exempleado también compartió el efecto duradero que la tragedia tuvo en su vida. Señaló que la carga emocional afectó su sueño, su rendimiento escolar y su bienestar general.
“Cuando volví a escuchar la alerta sísmica, me levanté gritando de terror. Tomé terapia psicológica para superar este evento. A pesar de haber visto esto, puedo volver a subirme a las montañas rusas, aunque la primera vez fue con lágrimas y ansiedad”, contó.
En su mensaje, el trabajador destacó la importancia de recordar que los operadores eran seres humanos y también víctimas del accidente.
Finalmente, recordó que aunque el parque cerró tras 54 años de funcionamiento, las experiencias y amistades que surgieron durante su trabajo allí permanecen. “Hoy hemos logrado salir adelante a pesar de los estragos del suceso. Cada uno sanó esa herida a su manera y aprendió a valorar la vida”, concluyó.