En la audiencia inicial por el caso de Fernando, un niño de cinco años que fue hallado sin vida, una de las personas detenidas, identificada como Ana Lilia ‘N’, presuntamente negó que el menor haya sido asesinado. La mujer sostuvo que el deceso se produjo tras una caída accidental mientras se encontraba bajo su cuidado.
La versión fue refutada por el Ministerio Público, que presentó el dictamen forense donde se establece que el niño sufrió un traumatismo craneoencefálico provocado por un golpe con un objeto contundente.
Ana Lilia ‘N’ también declaró que la madre del menor se lo dejó encargado porque no podía hacerse cargo de sus gastos, e incluso relató que, inicialmente, el 19 de julio, solo lo cuidaría unas horas mientras la mujer desalojaba la vivienda que rentaba, pero que después le pidió que lo mantuviera con ella por más semanas.
De acuerdo con la investigación, esta narrativa contradice los indicios que señalan que la madre de Fernando fue visitada en su domicilio, en el municipio de La Paz, por la acusada y por el otro detenido, Carlos ‘N’, para exigirle el pago de un préstamo. Ante la negativa, habrían privado de la libertad al niño como garantía de pago y amenazado con devolverlo únicamente cuando liquidara la supuesta deuda.
La madre habría intentado recuperarlo en varias ocasiones sin éxito. El 4 de agosto, la policía localizó el cuerpo del menor en la vivienda de los hoy imputados.
Durante la diligencia judicial, la Fiscalía mexiquense formuló cargos por desaparición y adelantó que en las próximas horas buscará incluir el delito de homicidio. Los otros dos acusados se reservaron su derecho a declarar.
El juez dictó prisión preventiva a los tres presuntos responsables y programó para el 11 de agosto la continuación de la audiencia.
