El presidente, Andrés Manuel López Obrador, aceptó que sí cambió de opinión sobre su estrategia de seguridad y el plan de sacar al ejercito de las calles cuando se dio cuenta del problema de inseguridad que había en México y las pocas fuerzas policiacas en el país.
“Sí, sí cambié de opinión, ya viendo el problema que me heredaron, cómo enfrentar el problema de seguridad. La paz es fruto de la justicia”, dijo.
Durante su conferencia de prensa matutina, mencionó que su idea no fue darle al Ejército el control de la seguridad en el país sino tomarlo como apoyo, pues no había suficiente personal.
"Había 40 mil elementos y la mitad eran administrativos de la policía federal y los otros 20 mil eran operativos. Yo fui jefe de gobierno de la Ciudad de México y me tocó gobernar con 100 mil elementos, imagínense ahorita para todo el país 20 mil y unos echados a perder, sin cuarteles, y al mismo tiempo teníamos 350 mil elementos de la Marina y del Ejército con disciplina y profesionalismo que no podían entrar en la seguridad pública porque su labor es la Defensa Nacional, claro que hace falta la defensa, pero somos todos los mexicanos los que defendemos a la patria y lo que se necesita es la seguridad de nuestro pueblo".
López Obrador señaló que el objetivo de su gobierno es encontrar una solución estructural hacia el futuro.
"Yo me voy en dos años pero no quiero que vuelva lo mismo, no quiero esto, hablaba de que había 40 mil efectivos, hoy tenemos 115 mil, se está avanzando, no quiero un señoritingo de estos neofifís. La Defensa y Marina son pilares y requieren un reforzamiento en sus funciones estratégicas y lo han venido haciendo bien y se ha avanzado en hacer una conciencia de respeto a los derechos humanos, lo que no pasaba con los policías, vean de dónde salen los que torturan a alguien en el documental o lo que vimos del señor Zerón, de dónde salió… tenemos que resolver esto dejando una institución solida, ya existe en otros países".
