Coordenadas

México tiene ventaja… pero es incierta

Es posible que, al menos durante los próximos 90 días, países como México y Canadá mantengan condiciones preferenciales.

El día de ayer, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, señaló que el arancel promedio que México pagará a Estados Unidos será de solo 6.5%. Asegura que se trata de la tasa más baja del mundo.

La dinámica del comercio exterior parece respaldar esa afirmación, aunque conviene analizar otros elementos del contexto.

Durante el primer semestre del año, las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos crecieron un sólido 6.5% en comparación con el mismo periodo de 2024. Sin embargo, las importaciones totales de Estados Unidos aumentaron 12.8% en el mismo lapso.


¿Cómo puede explicarse este fenómeno, si desde abril —y en algunos casos desde marzo— comenzaron a aplicarse los aranceles impuestos por la administración Trump?

Y hay una interrogante aún más relevante: ¿se mantendrá esta tendencia en los próximos meses?

La respuesta a esta pregunta definirá la perspectiva económica de México para lo que resta del año y, al menos, para los primeros meses de 2026.

Vamos por partes.

Se esperaba que el arancel del 25% a productos no cubiertos por el T-MEC impactara negativamente desde marzo a las exportaciones mexicanas. En teoría, las cifras semestrales debieron reflejar una caída en esas ventas… pero ocurrió lo contrario.

Una explicación posible es que la tasa arancelaria efectivamente aplicada ha sido mucho menor que la anunciada.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, el 84% de los productos mexicanos que ingresan a Estados Unidos no pagaron arancel alguno. Aunque los datos del US Census Bureau indican que solo la mitad de las exportaciones mexicanas se realiza bajo el T-MEC, todo sugiere que una porción adicional también entra libre de aranceles por diversas razones, no muy claras.

Cálculos basados en datos del CBP (Customs and Border Protection) y en los ingresos recaudados por aranceles señalan que, en el primer semestre, la tasa efectiva total cobrada por Estados Unidos fue de apenas 5.5%.

Según The Budget Lab, de la Universidad de Yale, antes de la entrada en vigor de nuevos aranceles a partir de hoy 7 de agosto, la tarifa efectiva promedio en Estados Unidos era de 17.3%, el nivel más alto desde 1935.

Esto sugiere que el verdadero impacto arancelario podría observarse en la segunda mitad del año.

En el caso de México, estimaciones de Banamex indican que las tarifas efectivas ponderadas pagadas en abril fueron de solo 4.1%, muy por debajo de las anunciadas por Trump y aun de la cifra mencionada por Ebrard.

En otras palabras, existe una discrepancia evidente entre el discurso político y la realidad arancelaria en las aduanas estadounidenses.

Por eso, responder con certeza sobre el futuro inmediato resulta complicado e incierto.

No sabemos si las tasas anunciadas por Trump comenzarán a aplicarse de manera gradual, encareciendo las importaciones y reduciendo sus volúmenes. Pero también es posible que, al menos durante los próximos 90 días, países como México y Canadá mantengan condiciones preferenciales. En ese escenario, las exportaciones podrían seguir en niveles elevados, como ocurrió en junio.

De confirmarse esa trayectoria, habría que ajustar al alza las proyecciones de crecimiento del PIB para este año, ya que la mayoría de los pronósticos previeron una caída en las exportaciones.

Otro factor relevante es que muchas empresas estadounidenses han absorbido el costo de los aranceles sin trasladarlo al consumidor final, reduciendo sus márgenes de ganancia pero permitiendo que sus volúmenes de compras sigan. Este comportamiento podría no ser sostenible por mucho tiempo.

En medio de esta incertidumbre, destaca como señal positiva la visita reciente de funcionarios canadienses a la presidenta Claudia Sheinbaum y al canciller Juan Ramón de la Fuente. El encuentro sugiere que la negociación comercial apenas comienza.

Nos esperan meses de intercambios, tensiones, ajustes y reacomodos.

Paciencia. Aún falta mucho para recuperar la certidumbre en el comercio exterior.

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