Contra todos los pronósticos de principios de año, el peso mexicano se mantiene fuerte y con una trayectoria que podría llevarlo a cerrar 2025 con una apreciación significativa frente al dólar.
No es solo una percepción personal, sino el consenso entre la mayoría de los analistas encuestados por Citi, cuyos pronósticos más recientes se publicaron el pasado lunes 22 de julio.
La estimación promedio de cerca de 30 grupos financieros es que el tipo de cambio cerrará el año en 19.85 pesos por dólar, lo que implicaría una ganancia de aproximadamente 2% respecto al cierre de 2024, que fue de 20.26 pesos.
Algunos analistas, sin embargo, van más allá: Citi estima un cierre en 18.77 pesos, y HSBC proyecta 18.75, sugiriendo que es factible un tipo de cambio por debajo de los 19 pesos antes de que finalice el año.
¿Qué factores explican esta tendencia de fortalecimiento del peso? Aquí van los cuatro principales:
1. Paquete fiscal de Estados Unidos y debilitamiento del dólar.
La reciente aprobación en el Congreso de un programa fiscal que añadirá más de 3 billones (trillions) de dólares a la deuda pública estadounidense podría debilitar al dólar en el mediano plazo. Aunque la Reserva Federal podría reaccionar con aumentos en la tasa de interés, existe la percepción de que un eventual relevo de Jerome Powell por alguien afín al presidente Trump —menos comprometido con la autonomía del banco central— aumentaría la probabilidad de un dólar débil frente a otras divisas importantes.
2. Perspectiva de un acuerdo comercial favorable para México.
Aunque hay incertidumbre en torno a nuevos aranceles por parte de Estados Unidos, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, ha señalado que estos se aplicarían únicamente a exportaciones fuera del marco del T-MEC. Esto ha sido interpretado como una señal de que el impacto potencial en el comercio bilateral sería marginal, lo que ha impulsado el fortalecimiento del peso.
3. Disciplina fiscal y manejo de la deuda pública.
Aunque aún no se publican las cifras del cierre del primer semestre del año, existe una fuerte percepción del compromiso por parte del gobierno mexicano con la reducción del déficit público. Además, el nuevo esquema planteado para hacer más manejable la deuda de Pemex refuerza la visión de una política fiscal prudente, elemento que genera confianza entre inversionistas.
4. Autonomía del Banco de México y señales de estabilidad.
A pesar de las posturas divididas en torno a la política monetaria, hay un consenso en relación a la independencia del Banco de México. Todo indica que, en las próximas decisiones de política monetaria, no se repetirá la secuencia de recortes que caracterizó el primer semestre. Esta visión contribuye también al fortalecimiento del peso frente al dólar.
Conclusión: ¿el dólar debajo de los 19 pesos?
El mercado cambiario es uno de los más volátiles y difíciles de anticipar.
Factores inesperados pueden alterar por completo los escenarios. Sin embargo, si el entorno actual se mantiene sin sobresaltos, el escenario más probable para lo que resta del año es una continuación del fortalecimiento del peso mexicano, alineado al debilitamiento estructural del dólar estadounidense.
Como siempre sucede con el tipo de cambio, este comportamiento será diferenciado. De confirmarse, será una buena noticia para importadores y para el banco central, pues facilitará el control de la inflación. Pero será una mala nueva para los exportadores y para los receptores de remesas.
Ya lo veremos.