Águilas, el arma perfecta en Francia y Holanda ¡para cazar drones!

Un águila entrenada por el ejército francés derriba a un dron durante un ejercicio
Un águila entrenada por el ejército francés derriba a un dron durante un ejercicio
Cacería.Un águila entrenada por el ejército francés derriba a un dron durante un ejercicio
AFP
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2017-02-22 |15:24 Hrs.Actualización15:32 Hrs.
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Porque la naturaleza es la maestra en diseñar máquinas perfectas

Las fuerzas de seguridad de Holanda y Francia están entrenando águilas para derribar drones, vehículos aéreos no tripulados, que pueden representar una amenaza criminal o terrorista.

Los holandeses y franceses consideran que el águila real es el "arma" ideal para esta tarea, pues, como todas las aves rapaces, tiene muy buena vista y puede localizar una presa a dos kilómetros de distancia.

Grande (hasta 2,20 m de envergadura) y robusta (3 a 5 kg), el águila real es un ave "muy valiente". Además, son muy potentes. "Un águila real alcanza los 80 km/h en vuelo lineal (y hasta 180 km/h de picada)", detalla Gérald Machoukow, un halconero empleado en una base del ejército de Francia. Para protegerlas de posibles heridas, las aves son equipadas con "guantes" de cuero. Jamás arriesgaría la vida de un ave "que quiero profundamente", señala.

La policía holandesa, pionera en este rubro, entrena desde 2015 a aves rapaces. Machoukow regresó de Holanda convencido de la eficacia de estos animales para derribar drones que pueden representar una amenaza para la defensa de un país. En este video se observa a la águilas "holandesas" en acción:

En Francia, cuatro águilas son entrenadas por el ejército desde hace seis meses. Las posibilidades del programa "son interesantes y hay una muy buena relación costo/beneficio para garantizar la seguridad de instalaciones como aeropuertos, o de eventos, como partidos de fútbol, cumbres o visitas de altas autoridades", resume el comandante Laurent, cuyo escuadrón se encarga de reparar los drones con los que entrenan a las aves.

Las águilas no pueden atrapar aparatos muy pesados, pero sí los de 2 a 4 kg. Estos drones representan más del 75% de la "amenaza", señala Laurent, indicando que las águilas no obran milagros sino que son una "solución complementaria".

Para entrenarlas, las águilas son alimentadas desde los tres meses de vida en carcasas de drones. Rápidamente asimilaron a esos artefactos con la comida. Ahora, cada vez que atrapan uno, son recompensadas con un pedazo de carne, en ejercicios casi cotidianos.