Estamos en la recta final del 2025 y, como cada año, un suceso que marca el tiempo es la entrega de los Premio Nobel, que no son otra cosa que un conjunto de reconocimientos internacionales que honran a individuos y organizaciones por logros sobresalientes en campos como la física, química, medicina, literatura, paz y economía.
Fundado por Alfred Nobel, químico inventor de la dinamita, el premio busca galardonar a quienes han aportado el “mayor beneficio a la humanidad”.
Por ello, cada año, expertos de todo el mundo evalúan las contribuciones de los candidatos, y los ganadores reciben una medalla de oro, un diploma y una recompensa económica de la Fundación Nobel.
Este 2025, así va la entrega de premios:
NOBEL DE LITERATURA
El escritor húngaro László Krasznahorkai, cuyas novelas filosóficas y sombríamente humorísticas a menudo se desarrollan en una sola frase, ganó el jueves el Premio Nobel de Literatura por su “obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”.
Varias de sus obras —incluyendo su debut, Satantango, y The Melancholy of Resistance (Melancolía de la resistencia)— fueron llevadas al cine por el director húngaro Béla Tarr.
El jurado del Nobel elogió su “mirada artística completamente libre de ilusiones, que ve a través de la fragilidad del orden social, combinada con su inquebrantable fe en el poder del arte”, explicó Steve Sem-Sandberg, del comité del Nobel, durante la lectura del fallo.
“László Krasznahorkai es un gran escritor épico de la tradición centroeuropea que se extiende desde (Franz) Kafka hasta Thomas Bernhard, y se caracteriza por el absurdismo y el exceso grotesco”, apuntó el jurado.
Krasznahorkai, de 71 años, no pudo ser contactado para conocer su reacción. No habló durante el anuncio.

NOBEL DE QUÍMICA
Tres científicos ganaron el miércoles 8 de octubre el Premio Nobel de Química, por el desarrollo de nuevas estructuras moleculares que pueden atrapar grandes cantidades de gas en su interior, sentando las bases que pueden contribuir a resolver algunos de los mayores desafíos de la humanidad, desde la contaminación hasta la escasez de agua.
Heiner Linke, presidente del comité que otorgó el premio, comparó las llamadas estructuras metalorgánicas (MOF, por sus siglas en inglés) con el bolso mágico que lleva Hermione Granger, de la serie Harry Potter. Otro ejemplo podría ser el bolso encantado de Mary Poppins. Estas estructuras parecen pequeñas por fuera, pero son capaces de almacenar gran cantidad en su interior.
El comité dijo que Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi fueron reconocidos por “descubrimientos innovadores” que “pueden contribuir a resolver algunos de los mayores desafíos de la humanidad”.
Robson, de 88 años, está afiliado a la Universidad de Melbourne, en Australia; Kitagawa, de 74, a la Universidad de Kioto, en Japón, y Yaghi, de 60, a la Universidad de California, Berkeley.
Vale la pena señalar que hoy en día, investigadores de todo el mundo están explorando posibilidades que incluyen usar las estructuras MOF para eliminar gases de efecto invernadero de la atmósfera y contaminación de sitios industriales. Otra posibilidad es usarlas para recolectar humedad del aire del desierto, tal vez para algún día proporcionar agua potable limpia en ambientes áridos.

NOBEL DE FÍSICA
John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis ganaron el Nobel de Física el martes por su investigación sobre el intrigante efecto túnel cuántico que impulsa la tecnología digital.
Clarke, de 83 años, realizó su investigación en la Universidad de California, Berkeley; Martinis en la Universidad de California, Santa Bárbara; y Devoret en Yale y también en la Universidad de California, Santa Bárbara.
El Comité del Nobel dijo que el trabajo de los laureados en la década de 1980 sigue ofreciendo oportunidades para desarrollar “la próxima generación de tecnología cuántica, incluyendo la criptografía cuántica, las computadoras cuánticas y los sensores cuánticos”.
El campo de la mecánica cuántica, con 100 años de antigüedad, trata con el aparentemente imposible mundo subatómico donde los interruptores pueden estar encendidos y apagados al mismo tiempo y partes de átomos atraviesan lo que parecen ser barreras impenetrables. El trabajo del trío ganador del premio ayudó a llevar eso al mundo más amplio, donde tiene el potencial de impulsar la computación y las comunicaciones.
Lo que los tres físicos hicieron “es llevar la escala de algo que no podemos ver, no podemos tocar, no podemos sentir y elevarlo a la escala de algo reconocible y convertirlo en algo sobre lo que se puede construir”, dijo Richard Fitzgerald, jefe de redacción de Physics Today, quien en la década de 1990 trabajó en el campo en un grupo competidor.

Con información de AP