La economía mexicana será de las más golpeadas por COVID-19, señala FMI

El FMI prevé una contracción de 10.5 por ciento en el PIB nacional del 2020
El FMI prevé una contracción de 10.5 por ciento en el PIB nacional del 2020
Malas noticias.El FMI prevé una contracción de 10.5 por ciento en el PIB nacional del 2020
Cuartoscuro
Leticia Hernández
2020-06-25 |07:41 Hrs.Actualización07:41 Hrs.

El impacto de la pandemia del COVID-19 en la economía de México provocará una contracción de 10.5 por ciento en el PIB del 2020, estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En abril, el organismo proyectaba una caída de 6.6 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Hacia 2021, el FMI estima un rebote de 3.3 por ciento, en lugar de 3 por ciento.

México no solo es el país de América Latina con la previsión más negativa, también es una de las cinco naciones en el mundo que se espera tenga un mayor golpe a su economía, con la expectativa de que su PIB caiga a una tasa de dos dígitos. Su pronóstico es superado por España e Italia, en donde se prevén contracciones de 12.8 por ciento, y Francia, con una caída estimada de 12.5 por ciento.

Para la zona Euro en conjunto, se advierte una contracción de 10.2 por ciento en su PIB de 2020 y un repunte de 6.0 por ciento en 2021, reflejo del severo impacto estimado en las economías italiana y española.

Por su parte, Reino Unido sufrirá una contracción de 10.2 por ciento, según el World Economic Outlook (WEO) en su actualización de junio, y el PIB de Estados Unidos terminará 2020 en terreno negativo, cayendo 8 por ciento, para avanzar 4.5 por ciento en 2021.

Para Estados Unidos las previsiones del FMI consideran una recesión de 8 por ciento en 2020 para avanzar 4.5 por ciento el próximo año, un ajuste a la baja de 2.1 y 0.2 puntos porcentuales respecto al estimado de abril. Para Canadá las proyecciones son similares, una caída del PIB en 8.4 por ciento y una recuperación de 4.9 por ciento en 2020 y 2021, respectivamente.

El PIB de China crecerá uno por ciento en 2020 para avanzar 8.2 por ciento el siguiente año, estimados menores a los previstos anteriormente por el organismo.

Un tema mundial

Al tratarse de una crisis como ninguna otra, el FMI ajustó también a la baja sus pronósticos para la economía mundial en 2020, a una contracción de 4.9 por ciento, agravando la caída en casi dos puntos porcentuales respecto a su estimado de abril, mientras que las pérdidas económicas mundiales para este y el siguiente año alcanzarán los 12 billones de dólares.

“Comparado con nuestro estimado del WEO de abril, estamos ahora proyectando una recesión más profunda en 2020 y una recuperación más lenta en 2021”, escribió Gita Gopinath, consejera económica y directora del Departamento de Análisis del FMI.

En abril, los estimados eran una contracción de 3 por ciento en 2020, y una recuperación de 5.8 por ciento en 2021, aunque ahora se proyecta que el rebote sea de 5.4 por ciento.

Un alto grado de incertidumbre rodea los estimados del FMI en la actualización del World Economic Outlook, tanto a la alza como a la baja, señaló Gopinath en su artículo publicado en el blog del organismo.

A la alza impactarían noticias sobre vacunas y tratamientos para el COVID-19 y políticas adicionales de apoyo que puedan conducir a una recuperación de la actividad económica. A la baja, incidirían olas adicionales de infecciones que puedan revertir el incremento de la movilidad y el gasto, y rápidamente debilitar las condiciones financieras.

Las tensiones geopolíticas y comerciales podrían dañar las frágiles relaciones globales al tiempo que se proyecta que el comercio colapse en cerca de 12 por ciento.

Por primera vez, todas las regiones sufrirán un crecimiento negativo en 2020. Sin embargo, hay sustanciales diferencias entre las economías, que se verán influenciadas por factores como la evolución de la pandemia y la efectividad de las estrategias de contención; la variación en la estructura económica, como la dependencia en sectores muy afectados como el turismo y el petróleo; la disminución de flujos financieros del exterior, incluidas las remesas y sus tendencias de crecimiento precrisis.

Sugieren mejorar entorno

Los pronósticos del Fondo son los más drásticos sobre el desempeño del PIB de México comparado con otros organismos internacionales.

La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) actualizó sus proyecciones y en su escenario base estimó que el PIB de México se contraerá 7.5 por ciento en 2020 y repuntará 3 por ciento en 2021. Su segundo escenario, en el que contempla un rebrote de contagios de COVID-19, prevé una caída de 8.6 por ciento en este año.

Por otra parte, el Banco Mundial prevé una caída de la economía mexicana de 7.5 por ciento para avanzar 3 por ciento en 2021; en tanto que la Comisión Económica para América Latina (Cepal) pronostica una caída de 6.5 por ciento en el PIB del presente año.

México será uno de los países más golpeados en su economía por la pandemia, por lo que una mejora en su entorno empresarial ayudaría a recuperarse y a beneficiarse de las oportunidades que representa el acuerdo comercial T-MEC, señaló Malhar Nabar, jefe de la división de Estudios Económicos del Departamento de Análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El crecimiento de la inversión y la productividad se beneficiaría al fortalecer la competencia, eliminar las barreras al comercio de servicios y alentar una mayor participación del sector privado en el sector de extracción y refinación de petróleo. Un entorno empresarial mejorado ayudaría a la economía a recuperarse de la pandemia y elevaría la tasa de crecimiento potencial relativamente baja de México”, señaló en entrevista con El Financiero.

En esta fase de la pandemia, la prioridad inmediata de México, aseguró, debe ser ampliar el apoyo fiscal para salvar vidas y medios de subsistencia, con la implementación de líneas de vida con apoyos fiscales más grandes, oportunos, específicos y temporales, que ayuden a aminorar los riesgos de una recesión más profunda. Esto debería complementarse a mediano plazo con una reforma tributaria basada en medidas procrecimiento e inclusivas, para financiar la creciente inversión pública, necesidades sociales y la sostenibilidad.

“La alta proporción de trabajadores informales puede abordarse mediante esfuerzos para reducir las restricciones de contratación y despido, complementados con un esquema de seguro de desempleo. También será importante reducir los costos de entrada para las empresas en el sector formal al reducir la carga procesal de iniciar y formalizar un negocio”, detalló el experto del FMI.

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