Desde la víspera de navidad más de 70 vuelos se vieron afectados por la condición climática que azotó a la ciudad fronteriza; un banco de neblina causó el alto total de operaciones aéreas.
En el tiempo que el Aeropuerto Internacional de Tijuana, Abelardo L. Rodríguez, estuvo paralizado los pasajeros con vuelos programados desde una noche anterior comenzaron a llegar y se generó un caos tanto la bahía vehicular, como al interior del edificio.
El Grupo Aeroportuario del Pacífico —quien opera la terminal aérea— informó que la suspensión de las actividades fue a partir de las 20:20 horas del viernes 23 de diciembre y se reanudaron a la 1:20 horas del sábado 24.
Esto causó que veinte vuelos fueran alternados a otros aeropuertos de la región, 13 retrasados desde su origen, veintiún vuelos de llegada cancelados y 36 de salida; provocando la molestia de los pasajeros.
Bastaba con observar la avenida Aeropuerto, la cual es dividida por el muro fronterizo, para notar el tráfico vehicular que había y la larga fila de más de una centena de automóviles que esperaban la reprogramación de sus viajes afectados.
Al interior se podía observar a familias enteras que viajan a Estados como Sinaloa, Nuevo León y Ciudad de México, formadas en fila, sentados en sus maletas y los niños durmiendo en los pocos asientos del Abelardo L. Rodríguez.
Los pasajeros se encontraban molestos y fastidiados de estar por más de seis horas sin poder llegar a sus destinos, sin poder sentarse o descansar un poco.
En redes sociales varias personas externaron su molestia contra las aerolíneas por los retrasos, cancelaciones de vuelos y la entrega de las maletas.