Durango, Dgo.- Con un tono inusualmente enérgico y desafiante, el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal, lanzó una advertencia abierta al crimen organizado y a quienes pretenden operar bajo su sombra: “Tengo la mano muy firme y no me voy a detener”.
Durante un encuentro en la Comarca Lagunera, el mandatario estatal endureció su discurso frente a la creciente ola de extorsiones que golpea a los sectores productivos de la entidad.
“Si hay empresarios del sector ganadero, del sector agrícola, que alguien les pida como extorsión, nomás que me digan y yo lo arreglo; para eso soy el gobernador”, expresó el mandatario priista.
Y fue más allá: “A los que se crean malandros y a los que son, que no se metan con Gómez Palacio ni con Durango, que se vayan a hacer sus cosas a otro lado. Yo les he demostrado que tengo la mano muy firme y que no me voy a detener”.
Villegas Villareal dijo que no teme por sus declaraciones: “Miedo a Dios y a mi esposa, es a lo único que le tengo miedo”, dijo con tono relajado. “Si hay empresarios del sector ganadero o agrícola que alguien les pida como extorsión, que me lo digan, yo lo arreglo”, reiteró.
El mensaje ocurre en un momento de fuerte tensión entre los sectores productivos y las autoridades estatales.
Hace apenas unas semanas, organismos empresariales, cámaras y productores agropecuarios difundieron un desplegado público para denunciar el incremento de extorsiones y cobros de piso, señalando que la situación se ha vuelto “insostenible” para el comercio, la ganadería y la agricultura, particularmente en la zona norte del estado.
Durante una gira posterior con ganaderos y presidentes municipales por Santiago Papasquiaro, el gobernador reiteró su postura ante alcaldes de Tepehuanes, Guanaceví, Topia, Canelas y municipios aledaños, instruyéndolos a canalizar directamente cualquier denuncia de extorsión a su despacho.
Pidió a los productores que denuncian directamente con los alcaldes y a ellos, que le digan quién está los está extorsionando, “porque vamos a ponerles un alto”, sentenció.
GRUPOS CRIMINALES
Aunque Durango ha sido históricamente territorio del Cártel de Sinaloa, principalmente a través del grupo Cabrera Sarabia, con fuerte presencia en la sierra y en municipios como Canelas, Santiago Papasquiaro, Topia y Guanaceví, reportes recientes apuntan a que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) comienza a tener una presencia incipiente en zonas urbanas y corredores de tránsito estratégico, como parte de su expansión hacia el norte del país.
Sin embargo, especialistas advierten que la estructura de los Cabrera controla alrededor del 90 % del territorio duranguense, mientras que la facción conocidas como ‘Los Chapitos‘ mantienen influencia en áreas específicas cercanas a La Laguna y Tamazula.
La disputa entre células criminales y el incremento de las extorsiones no solo ponen en riesgo la seguridad pública, sino también la estabilidad productiva y la confianza empresarial en Durango, uno de los estados con mayor vocación agropecuaria del norte del país.
Organismos del sector privado han advertido que las cuotas y hostigamientos están afectando los costos de operación, frenando nuevas inversiones y obligando a productores a reducir su actividad.
En la Comarca Lagunera, donde se concentra buena parte del dinamismo económico de Durango, el temor a la violencia y la falta de garantías institucionales podrían derivar en una pérdida sostenida de competitividad regional, si las autoridades no logran contener la expansión criminal y restablecer condiciones de certidumbre.



