Margo Glantz nos confiesa por qué no quiso trabajar con AMLO

A sus casi 90 años, Margo Glantz se dice aficionada de viajar y de tuitear
A sus casi 90 años, Margo Glantz se dice aficionada de viajar y de tuitear
Margo Glantz.A sus casi 90 años, Margo Glantz se dice aficionada de viajar y de tuitear
Cuartoscuro
Daniela Díaz
Nación321
2019-10-23 |10:06 Hrs.Actualización10:06 Hrs.
CREEMOS QUE IMPORTA POR...

Porque Margo Glantz es una de las escritoras más importantes en México 

La escritora mexicana Margo Glantz fue una de los pocos personajes que decidió rechazar la invitación de Andrés Manuel López Obrador para formar parte de su gabinete legal y ampliado. Cuando el morenista ganó las elecciones de 2018, propuso a Glantz a ser titular del Fondo de Cultura Económica (FCE); sin embargo, la también académica no quiso formar parte de la Cuarta Transformación y en entrevista con Nación321 nos confiesa la razón. 

"Voy a cumplir 90 años en enero, ¿no te parece suficiente razón? Decidí que mi vida es más importante que dedicarme a la política, ya he sido mucho tiempo funcionaria y creo que lo hice bien y ahora quiero hacer otras cosas; quiero seguir viajando, quiero seguir escribiendo y sobretodo estar con mi familia", asegura la escritora desde la Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2019

A sus casi 90 años, Glantz se dice aficionada a viajar y nos confiesa que Oaxaca es su lugar favorito en México, mientras que París, Francia, ocupa un lugar especial en su corazón por haber sido su casa durante el tiempo en el que estudió su doctorado. Y no importa en qué parte del mundo esté, a Glantz, a diferencia de otros escritores, siempre la vemos muy activa en Twitter. 

"¿Cómo fue esta transición a las redes sociales para ti?", le preguntamos. 

"Mira, a diferencia de muchísima gente de mi generación, de la que soy sobreviviente porque la mayoría de mis amigos ya se murieron, no les gustaba y a algunos yo les repugnaba; por ejemplo (Carlos) Monsiváis ni siquiera escribía en computadora, tenía secretarias que le escribían en computadora; Sergio Pitol escribía a mano, y luego a máquina, nunca escribió en computadora (...) Yo me siento casi obligada a escribir en Twitter todos los días, me interesa porque yo siempre he escrito de manera fragmentaria y me pareció un desafío", señala. 

Pese a su interés por las redes sociales, Margo Glantz está consciente de que pueden ser "un arma de triple filo" por su inmediatez y viralidad. 

Al preguntarle sobre si se está cayendo en la corrección política en el feminismo, Glantz asegura que hay varios tipos de lucha feminista; sin embargo, señala que, como todo movimiento, puede caer en el extremismo y derivar en intolerancias.

"Es fundamental que haya un feminismo, que aboguemos para que no haya acoso, porque tengamos derecho al aborto. Por todo ese tipo de cosas estoy totalmente de acuerdo, lo que no estoy de acuerdo, por ejemplo, es prohibir a Virginia Woolf o a Agatha Christie porque en sus novelas quería que las jovencitas se casaran y dicen que es poco feminista, en la época de Agatha Christie era importante y la respeto, ¿para qué la vamos a corregir?". 

"Lo políticamente correcto puede ser muy negativo, me parece que ha acabado en constreñir a la gente, de limitarla porque no te deja pensar libremente (...) No creo mucho en lo políticamente correcto, al contrario, creo que de alguna manera se ha exagerado y puede acabar en intolerancia", agrega. 

Sobre la polémica marcha en la Ciudad de México del 16 de agosto en la que hubo varias pintas y daños a monumentos como el Ángel de la Independencia, Margo Glantz dice no estar de acuerdo con el vandalismo, pero asegura entender el enojo de las mujeres y su expresión violenta. 

"Yo no apruebo el vandalismo porque acaba perjudicando a toda la gente, si tú destrozas una estación de Metro, estás destrozando algo colectivo (...) pero por otro lado lo entiendo, hay una furia tan enorme que se desboca, llega un momento en que haz llegado a un límite tal que no mides las consecuencias; es decir, no estoy de acuerdo con eso, pero tampoco estoy de acuerdo en reprimirlo y condenarlo de una manera demasiado maniquea".

Al cuestionarle sobre el discurso que López Obrador ha adoptado en contra de los "neoliberales" para dar paso "al pueblo bueno", la escritora señala:

"Todo ese tipo de cosas me parecen peligrosas (...) los discursos de odio son discursos prejuiciados y no creo en esos discursos, y no me refiero solo a lo que ocurre en las mañaneras, me refiero en general".