Porque se acercan las celebraciones de Navidad y podrían ser un foco de contagio de COVID-19
La pandemia de COVID-19 ha interrumpido nuestra vida diaria y está lista para interrumpir por completo la temporada navideña. A medida que las personas hacen planes para las vacaciones y piensan en formas de reducir los riesgos para sus seres queridos, tener un plan es esencial.
Los cubrebocas son una parte crucial de esa estrategia, y ahora son obligatorios en público en un número creciente en varias regiones y países, como Estados Unidos, a medida que aumentan los casos de la enfermedad causada por del SARS-COV-2.
Jason Farley, investigador y enfermero especializado en enfermedades infecciosas explica la importancia de seguir las medidas sanitarias durante estas fiestas decembrinas.
REUNIONES SEGURAS
La forma más segura de celebrar este año es hacerlo solo con miembros de su hogar. El CDC ahora también está enfatizando ese punto. Si celebras con amigos y parientes que no pertenecen a tu hogar, necesitas un plan de acción para reducir el riesgo de exposición.
Aquí hay cinco recomendaciones:
1) Limita el número de personas: menos individuos significa menos oportunidades de exposición y tendrá más espacio para esparcirse.
2) Usa mascarillas cuando no comas ni bebas.
3) Utiliza la 'sana distancia' al comer. Trata de sentar a las personas a una distancia de al menos metro y medio. Come afuera si puedes.
4) Considera hacerte la prueba de COVID-19 antes de viajar o reunirte. No es una garantía, pero puede ayudar a detectar enfermedades. Recuerda aislarte entre el día del examen y la reunión.
5) Prepárate para aislarte durante 14 días después de viajar o participar en cualquier evento que involucre a personas de fuera de su hogar.
¿SON NECESARIAS LAS MASCARILLAS EN LA REUNIÓN?
Si te reúnes con amigos y familiares que no viven en tu casa, sí. El hecho de que estés con personas que conoces no significa que estés a salvo del coronavirus.
Las tasas de infección son más altas ahora que nunca en Estados Unidos, y las pequeñas reuniones han sido una fuente de propagación viral. Todo lo que se necesita es una persona infectada que no sepa que tiene el coronavirus para infectar a otros.
Recuerda: las personas pueden ser contagiosas dos o tres días antes de que aparezcan los síntomas; eso es algo que hace que este virus sea tan difícil de detener. Y es por eso que, incluso si te sientes bien, debe usar un cubrebocas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU ahora estiman que cuando ambas personas usan cubrebocas, la probabilidad de infección es baja.
CUBREBOCAS, EL INVITADO DE HONOR DE TUS REUNIONES
El coronavirus se propaga a través de las gotitas respiratorias que envías al aire cuando hablas, cantas o incluso simplemente respiras. La más pequeña de estas gotitas puede flotar en las corrientes de aire durante largos periodos.
Los cubrebocas detienen muchas de esas gotitas y reducen la cantidad de virus en el aire. Eso reduce tus posibilidades de infectarte y también reduce las posibilidades de que infectes a otra persona.
Los estudios de personas que tuvieron una exposición prolongada a otras personas con COVID-19 han demostrado cómo los cubrebocas pueden reducir la posibilidad de propagación del virus.
En general, las mascarillas de tela bien ajustadas y compuestas de varias capas pueden detener la mayoría de las gotas grandes y al menos la mitad de las pequeñas. Los protectores faciales de plástico solos son mucho menos efectivos.
Las mascarillas reutilizables deben mantenerse limpias y secas. Estamos entrando en la temporada de resfriados y gripe, y la nariz gotea. Una regla general: cada vez que un barbijo está mojado hasta el punto en que puede discernir la humedad, es hora de uno nuevo si es desechable, o es hora de limpiarlo.
La humedad permite que los virus viajan más fácilmente a través del papel o la tela porque permite que los hilos se muevan y puede reducir la carga electrostática en los cubrebocas, que agregan protección adicional con algunas telas.
En general, puedes usar una mascarilla que se mantenga limpia y seca durante aproximadamente una semana antes de tener que lavarla o desecharla.
¿CÓMO LIMPIAR EL CUBREBOCAS?
Lavar tu cubrebocas es como lavar tu ropa. Sabes cuando es el momento.
En general, limpiar la mascarilla semanalmente debería ser suficiente. El olor generalmente significa acumulación de bacterias, por lo que si antes de la semana tu cubrebocas despide olores, es momento de lavarlo.
Limpiar tu barbijo a mano con agua y jabón es tu mejor opción. El uso de un detergente general en un ciclo suave en la lavadora también está bien, pero eso puede aumentar el riesgo de daños, dependiendo de la calidad del material.
El COVID-19 no es un virus resistente. Cualquier jabón o detergente debería funcionar bien. No es necesario utilizar productos químicos especiales, lejía o jabones fuertes. Ten cuidado de quitar los filtros antes de lavar.
Los cubrebocas de secado al aire funcionan mejor. Recuerda, las mascarillas deben estar completamente secas antes de su uso. Así que asegúrate de tener un barbijo de repuesto a mano mientras se seca el que acabas de lavar.
La luz del Sol es siempre una gran fuente de calor para secar tu cubrebocas. Además, la luz solar tiene radiación ultravioleta, que se ha demostrado que elimina el coronavirus y también se sabe que tiene propiedades antibacterianas.
Y RECUERDA... USA BIEN EL CUBREBOCAS
Llevar la mascarilla debajo de la nariz es, francamente, ridículo.
Piénsalo. Si respira por la nariz y solo se cubre la boca, está eliminando efectivamente la punta de la máscara. El uso adecuado de un barbijo requiere cubrirse la nariz y la boca en todo momento.
Los estudios demuestran que usar un cubrebocas de tela adecuado o una mascarilla quirúrgica mientras haces ejercicio no afecta el flujo de oxígeno o dióxido de carbono de ninguna manera detectable. Entonces, a menos que tengas problemas cardíacos y pulmonares graves, eso no es una excusa.
Cuando te lo quites, hazlo con cuidado por los resortes sin tocar nada más y ponla en un lugar seguro, como envuelta en papel en una bolsa de plástico, tu bolso o un bolsillo.
Luego lávate las manos o usa un desinfectante para manos. Cuando te lo vuelvas a poner, lava tus manos nuevamente.
La nota original la puedes encontrar aquí.
Por Jason Farley, profesor, epidemiólogo capacitado en enfermedades infecciosas y enfermero especializado, por la Escuela de Enfermería de la Universidad Johns Hopkins, para The Conversation.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
