De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 4 y 5 millones de parejas en México sufren problemas de fertilidad, por lo que el número de personas que se someten a tratamientos de reproducción asistida ha aumentado en los últimos años.
Uno de ellos, ha sido la Fertilización in Vitro (FIV) que, si bien se ha realizado desde los años 70, su método se ha ido perfeccionando con el paso de las décadas.
Según la doctora Érika Salinas, bióloga de la reproducción humana en el Instituto Ingenes, líder en fertilidad y genética en Latinoamérica, éste es un tratamiento de reproducción asistida, considerado de alta complejidad, por la serie de procedimientos utilizados para mejorar la fertilidad mediante la unión de un óvulo y espermatozoides en laboratorio.
La doctora Salinas detalló que la implementación de este método es ideal para parejas que presenten impedimentos para tener un bebé, como lo son problemas de ovulación, bloqueo de las trompas de Falopio, endometriosis, ovario poliquístico, baja calidad y cantidad en espermatozoides, así como edad materna avanzada.
Sobre este último punto, destacó que existen ciertas circunstancias para determinar si existe un problema para poder tener un bebé.
"Si tienes menos de 35 años, has intentado tener un bebé por 12 meses o más tiempo y no lo has conseguido, necesitas ayuda de un tratamiento de reproducción asistida. Al igual que si tienes más de 35 años de edad y lo has intentado por 6 meses o más, lo cual está establecido por la Organización Mundial de la Salud. Y un buen diagnóstico es el primer paso para saber si se es candidata a Fertilización In Vitro", explicó.
Señaló que este proceso está compuesto de distintos pasos, que deben ser monitoreados constantemente por un especialista para evitar riesgos y complicaciones.
"La preparación del cuerpo es vital para llevar a cabo este tipo de procedimientos, por lo tanto, se debe estar en las mejores condiciones, con un tratamiento adecuado, indicado por un especialista”, aseguró Érika Salinas.