Ciudadanos

PERFIL: ¿Quién era Ernesto Baltazar, el sacerdote hallado sin vida en el canal de Nextlalpan?

alt default
Sacerdote.El cadáver, encontrado envuelto en bolsas negras y amarrado a un sillón, fue sometido a pruebas forenses y genéticas
(Nación321)

Ernesto Baltazar Hernández Vilchis dedicó gran parte de sus 43 años al servicio religioso en la Diócesis de Cuautitlán, en el Edomex.

Era el encargado de la parroquia de la Santa Cruz, en Tultepec, donde los feligreses lo reconocían como un sacerdote cercano, activo y comprometido con su comunidad.

Su desaparición, ocurrida el 27 de octubre, conmocionó a la zona norte del Edomex derivó en una intensa búsqueda que terminó con un hallazgo trágico.


El padre Ernesto fue visto por última vez en la colonia Ampliación La Piedad, en Tultepec.

Tras la denuncia formal, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México emitió su ficha oficial de búsqueda, en la que se describía su estatura de 1.58 metros, complexión robusta, tez blanca, ojos verdes grandes y varias señas particulares, entre ellas una “cicatriz cerrójela del abdomen”, así como “lunar en la espalda”, “lunar en el pie cara dorsal” y “lunar en la mano cara palmar”. Vestía “pantalón de algodón color cuerda” y una “remera de gamuza color negro”.

Durante días, la diócesis pidió a la comunidad mantenerse en oración y colaborar con información verificada. No hubo noticias hasta que, el 12 de noviembre, autoridades localizaron un cuerpo dentro de un canal de desagüe en Nextlalpan.

El cadáver, encontrado envuelto en bolsas negras y amarrado a un sillón, fue sometido a pruebas forenses y genéticas. Horas más tarde, la FGJEM confirmó lo que se temía: se trataba del sacerdote Ernesto Baltazar.

La investigación avanzó rápidamente. La fiscalía informó que el religioso convivió el día de su desaparición con dos personas —identificadas como María Fernanda ‘N’ y Brandon Jonathan ‘N’— en un inmueble de la Unidad Habitacional Morelos, en Tultitlán, donde ingirieron bebidas alcohólicas y consumieron estupefacientes.

De acuerdo con la versión oficial, Brandon Jonathan ‘N’ habría atacado al sacerdote con un objeto punzocortante, provocando su muerte. Después, ambos sujetaron el cuerpo, lo ocultaron y más tarde lo trasladaron hasta Nextlalpan.

Los dos presuntos implicados fueron detenidos en Cuautitlán y puestos a disposición de un juez. Una mujer más tiene una orden de aprehensión vigente por su posible participación.

La muerte del padre Ernesto se suma a otros ataques contra sacerdotes documentados en México durante las últimas décadas. Tan solo entre 1990 y 2024, la organización Diálogo Nacional por la Paz ha registrado 67 asesinatos de clérigos en el país, muchos relacionados con la expansión del crimen organizado y su influencia en gobiernos locales.

Hoy, la comunidad religiosa y vecinal que lo conocía recuerda a Ernesto Baltazar como un sacerdote entregado a su labor pastoral.

contenido relacionado