“Amigo comerciante. ¿Necesitas dinero? Tenemos la solución para su préstamo de inversión a comerciantes”, dice una tarjeta que sujetos suelen repartir entre vendedores ambulantes y establecidos para supuestamente ayudarlos a salir de sus crisis financieras, pero este es el inicio de una pesadilla del llamado préstamo gota a gota.
Con ese sistema de préstamo que por lo general es realizado por ciudadanos sudamericanos, los prestamistas buscan comerciantes desesperados en conseguir dinero y quienes con tal de salir de su problema, no miden las consecuencias del problema en el que se meten.
A la larga las víctimas de este fraude no solo pierden más dinero, sino su tranquilidad, patrimonio y a veces la vida.
El blanco de los prestamistas suelen ser por lo general vendedores ambulantes, establecidos, amas de casa y aquellas personas que ni tienen posibilidad de conseguir un préstamo bancario.
Esta práctica ilegal inició primero en Colombia y poco a poco se fue extendiendo a otros países, entre ellos México.
¿CÓMO OPERAN?
Los sujetos aparecen sonrientes y amables con los posibles clientes a los que les entregan una tarjeta donde ofrecen dinero que puede ir desde los 500 hasta los 20 mil pesos o más.
Por igual se presentan en negocios de comida, tiendas de abarrotes, tortillerías u otros comercios pequeños y tras presentarse les dejan un número telefónico para contactarlos.
La oferta parece atractiva pues de entrada solamente piden una identificación oficial para corroborar el domicilio de quien pide el dinero y de manera muy fácil se otorga el préstamo.
Sin embargo los prestamistas ya tienen enganchado al cliente al que ubican en su domicilio.
Aunque al momento del préstamo se ofrecen un pago muy bajo de intereses, lo cierto es que al paso de las semanas esta deuda se duplica o triplica y muchas veces se vuelve imposible de pagar.
Es allí que inicia la pesadilla, pues los extranjeros empiezan a amenazar a los deudores y los visitan en sus domicilios o negocios, algunas vences encapuchados o armados para infundir miedo.
Las amenazas son constantes y las llamadas telefónicas también, a veces envían a los deudores videos donde advierten con hacer daño a los familiares del deudor para que paguen el dinero que deben.
Los prestamistas suelen hacerse pasar como miembros de cárteles o el crimen organizado para presionar más a sus víctimas y sacarles el mayor dinero posible.
Sin embargo muchos de los sujetos sí llegan a tener apoyo de grupos delictivos y a veces las deudas son traspasadas a miembros de la Unión para que ellos cobren con métodos más violentos como levantones, golpizas o desapariciones.
Pese a que algunas víctimas han denunciado las extorsiones que sufren, los mismos comerciantes señalan que algunos policías dan protección a los criminales.
Hace poco la policía del Estado de México logró desmantelar una banda de los prestamistas gota a gota y detuvo a 11 de sus integrantes, en su mayoría colombianos.
Los sujetos operaban y extorsionaban a comerciantes en los municipio de Tecámac, Chalco, Ixtapaluca y Amecameca, sin embargo se tiene detectado que varios grupos operan en diferentes puntos de la CDMX y el Edomex.
La recomendación principal además de la denuncia, es no solicitar préstamos con estas personas y evitar ser presas de los extorsionadores.
