Seguridad de la 4T: ¿Por qué está fallando el modelo de la Guardia Nacional?

Salazar dijo que el problema es priorizar una óptica política y no adoptar un óptica técnica.
Salazar dijo que el problema es priorizar una óptica política y no adoptar un óptica técnica.
Guardia NacionalSalazar dijo que el problema es priorizar una óptica política y no adoptar un óptica técnica.
Cuartoscuro
Nación321
2021-10-21 |13:35 Hrs.Actualización13:34 Hrs.

La estrategia de seguridad implementada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha adoptado como uno de sus ejes clave la creación de la Guardia Nacional, sin embargo, el modelo que sigue esta institución está fallando y la respuesta está en su modelo de militarización.

El error está en que bajo este esquema, resulta muy difícil que la Guardia Nacional tenga una visión civil del problema de seguridad pública en el país y con la capacidad de poder enfrentar los problemas de violencia del fuero federal, explicó Ana María Salazar, columnista de El Financiero, en EF Meet Point Virtual ‘Estrategia nacional de seguridad, ¿cómo vamos a la mitad del camino?’

Con la desaparición de la Policía Federal, también desapareció una cultura de mando con áreas de especialización. Es decir, delitos como el lavado de dinero requieren personas especializadas y a policías capacitados. “Se necesita una capacitación que vaya mucho más allá de saber agarrar una pistola, y usar esa arma en un enfrentamiento. Es difícil imaginar que la Guardia Nacional vaya a tener esa capacidad”, señaló Salazar.

Así mismo, apuntó que otra de las fallas en la estrategia de seguridad de la Cuarta Transformación ha sido que el Gobierno federal ha concentrado sus esfuerzos en el desarrollo de la GN y no ha fortalecido a las policías federales para atender delitos del fuero común. No existe una estrategia clara de seguridad.

“Si no se tiene por lo menos un lineamiento de qué es lo que está funcionado y por qué, todo lo que se hace en cuestión de la Guardia Nacional, lo digo con un gran dolor, probablemente no habrá resultados lo suficientemente rápidos para asegurar su continuidad, y ver el éxito o fracaso de una estrategia que todavía no se entiende”

También, precisó que el problema es priorizar una óptica política y no adoptar un óptica técnica.

Se están buscando resultados políticos a corto plazo y no resultados técnicos a largo y mediano plazo. Esto le ocurre ahora al presidente López Obrador, está más preocupado de cómo se interpretarán estos esfuerzos en los análisis de la historia, en lugar de pensar cómo se puede dejar lo que puede ser el inicio de una estrategia para controlar la violencia en el país, en donde se verán resultados hasta dentro de 6 o 7 años, o quizá una década. El problema de las reformas es que tienen una óptica política doctrinaria”, sostuvo Ana María.