Sedena investiga venta de armas de Ejército a criminales; revela Guacamaya Leaks

De lo más de 4 millones de documentos hackeados, uno de ellos reveló este dato
De lo más de 4 millones de documentos hackeados, uno de ellos reveló este dato
Sedena.De lo más de 4 millones de documentos hackeados, uno de ellos reveló este dato
Cuartoscuro
Nación321
2022-10-08 |13:14 Hrs.Actualización23:14 Hrs.

Desde 2019, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) investiga a un elemento del Ejército, del Campo Militar No. 1 en la Ciudad de México que vendía armas e grueso calibre, entre ellas granadas a 26 mil pesos cada una a célula de criminales del país; así lo revelaron los más de cuatro millones de documentos hackeados por el grupo llamado "Guacamaya".

En dichos reportes, se detalla que un informe de inteligencia del 10 de junio de 2019, la Sedena tuvo conocimiento de que un militar ofrecía equipo táctico, armas y granadas, además de proporcionar información de movilidad y operativos de las Fuerzas Armadas a una célula de un cártel del narcotráfico que tiene su base en Tejupilco, Estado de México.

“El 31 de mayo (de 2019), el militar ofreció a operadores del grupo delictivo 70 granadas de fragmentación a un costo de 26 mil pesos cada una; la célula delictiva confirmó la compra de ocho de ellas, las cuales fueron entregadas en Atlacomulco, Estado de México”, publicó Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

Asimismo, la organización señala que se dio a conocer sobre el equipo telefónico utilizado por el militar, las autoridades confirmaron que la base de operaciones del soldado ligado a criminales está en el municipio de Villa de Almoloya de Juárez, cerca del octavo regimiento mecanizado de la Sedena.

“La Sedena reportó en su informe confidencial que el proveedor de armas y equipo táctico es otro presunto integrante del Ejército, a quien los criminales se refieren como “antiguo” y que -según el análisis de su señal telefónica- tiene su base en el Campo Militar No. 1 de la Ciudad de México”, señala el documento.

La organización indicó que al momento de elaborarse el reporte de inteligencia se desconocía la identidad de ambos militares.

“En otro reporte elaborado el 24 de junio de 2019 se menciona que el militar que abastecía de armas a la célula delictiva es escolta de un mando castrense al que los criminales llaman “nuevo Comandante” y que tiene el rango de Coronel”.

De acuerdo con el reporte en las llamadas interceptadas por la Sedena, el militar informó a un líder del grupo delictivo que desde hacía dos semanas tenía un nuevo jefe y que forma parte de su escolta.

En ellas describía a su superior como un coronel originario de Tepalcatepec, Michoacán, “que gusta de dinero, bebida y le entra a todo”.

En las llamadas interceptadas refieren que un líder criminal le pidió al militar “dos millares de municiones para fusil AK-47, cinco millares para R-15 y 50 cargadores de cada tipo de rifle”.

Además menciona Mexicanos contra la corrupción que el militar ofreció colaborar con los delincuentes para la ubicación del fiscal regional en Amecameca, porque supuestamente a petición del líder delictivo se planeaba su asesinato.