El fentanilo es la droga más traficada y consumida en la actualidad; también es la que más daño causa a las personas, ya que puede llevarlas a la muerte. Sin embargo, en los últimos años los cárteles de la droga han aumentado su distribución a nivel mundial, sobre todo hacia Estados Unidos.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿Quién la fabrica y cómo llega?
Hasta hoy, se tienen identificadas cinco rutas de fentanilo a nivel mundial, dos de ellas pasan por México. Y en Nación321 te las presentamos.
LAS RUTAS DEL FENTANILO EN EL MUNDO
Esta droga recorre un largo trayecto antes de llegar a México; ya que, es trasladada desde China e India y se transporta de munchas maneras: ya sea en cigarros falsos, frascos de mantequilla de maní, portarretratos y hasta en mole.
Estas rutas fueron dadas a conocer desde el 2020 por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero fueron reconocidas a través de una evaluación mundial sobre drogas, así como con un informe actual de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés).
Las conclusiones de estos estudios arrojaron que el fentanilo pasa por los siguientes países:
LAS RUTAS EN MÉXICO
Las últimas dos rutas son las que afectan a nuestro país de manera directa, pues entran por el Océano Pacífico, directo a las costas de puertos como Manzanillo, en Colima, y Lázaro Cárdenas, en Michoacán. Una vez en el país, la droga se dirige hacia el norte, por la vía terrestre y aérea, donde pasa por puntos importantes para la preparación del opioide como:
Jalisco
Nayarit
Sinaloa
Sonora
Baja California
La Sedena indicó que el movimiento del fentanilo va hacia el norte, "aquí tenemos en Sinaloa un área importante de generación de tabletas de fentanilo; es movimiento terrestre y movimiento aéreo".
Es decir, en México existen las llamadas "cocinas", que sirven como laboratorios clandestinos para la fabricación de tabletas de fentanilo, las cuales se encuentran en los estados ya mencionados y luego se trasladan a la frontera con Estados Unidos.
Los principales traficantes de esta droga son el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, que, según algunos informes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), mantienen relación directa con algunos grupos delictivos de China.
En el informe de febrero, la Defensa Nacional indicó que los decomisos de este opioide han aumentado casi 1000%.
Además, el Ejército ha incautado 635 laboratorios de drogas sintéticas en 2019, 2020 y 2021, los primeros tres años de la gestión de López Obrador.
En sus reportes, también detalla que confiscó cerca de 500 laboratorios en 2022.
De acuerdo con Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena, el "fentanilo es un analgésico opioide de origen sintético, que tiene tres presentaciones: polvo, pastillas y ampolleta. No se produce fentanilo en el país, llega la materia prima y aquí se produce la tableta. Es sumamente adictivo, requiere de mínima inversión, corto tiempo para elaboración y deja altas ganancias”.
Por ejemplo, el costo de venta de un kilo de mariguana asciende a 80 dólares (mil 698.84 pesos), mientras que uno de fentanilo llega hasta los 400 mil dólares (8 millones 394 mil pesos).
La mayor parte de los precursores químicos utilizados en la producción de fentanilo provienen de China, y un tercio proviene de Estados Unidos. Estos químicos se combinan con otras drogas y posteriormente se trafican hacia el territorio estadounidense.
El fentanilo fue fabricado por primera vez por Paul Janssen en 1960, aprobado por primera vez por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en 1968 como analgésico para personas con enfermedades terminales como el cáncer, pero desde la década de 1970 ha sido utilizado ilícitamente.
En 2015, se utilizaron mil 600 kilogramos en la atención médica a nivel mundial. En 2017, el fentanilo era el opioide sintético más utilizado en medicina, y fue el medicamento número 250 más comúnmente recetado en los Estados Unidos, con más de 1.7 millones de recetas.
Efectos secundarios
Tiene una potencia superior a la morfina, por lo que se emplea a dosis más bajas que esta, siendo el efecto final a dosis equivalentes similar al de la morfina, por lo que los efectos secundarios comunes incluyen náuseas o vómitos, estreñimiento, sedación, confusión y lesiones relacionadas con la mala coordinación.
Los rasgos característicos de su consumo -sin prescripción médica- son la reducción del grado de conciencia, la contracción de las pupilas y la depresión respiratoria asociada con pérdida de reflejos y el riesgo de aspiración. Un cóctel potencialmente mortal: puede conducir a un un paro cardiorrespiratorio y la consiguiente muerte.
Si se ingiere por vía oral, se metaboliza por el hígado. Esto significa que, después de su consumo, la mayor parte del medicamento se elimina a medida que pasa del intestino a través del hígado y antes de que pueda llegar al sistema sanguíneo. Pero aquellos que lo consumen de manera adictiva eligen un camino más efectivo y directo para alcanzar sus efectos sedantes: la administración por sangre. Una inyección que puede ser mortal.
Desde 2018, el fentanilo y sus análogos han sido responsable de la mayoría de las muertes por sobredosis de la epidemia de opioides en Estados Unidos, causando más de 71 mil 238 muertos tan solo en 2021.
¿Qué precursores químicos se utilizan para producir fentanilo?
Algunas de las sustancias consideradas precursoras de drogas como el fentanilo y sustancias análogas son:
N-Fenil-4-Piperidinamina (4-AP)
Dicloridrato de N-Fenil-4-Piperidinamina (4-AP)
Anhídrido Propiónico
Cloruro de Propionilo
Estas cuatro sustancias fueron agregadas en mayo del 2021 a la lista de precursores químicos y productos químicos controlados, que forman parte de la Ley Federal para el Control de Precursores Químicos, productos químicos esenciales y máquinas para elaborar cápsulas, tabletas y/o compromidos (Artículo 4, fracción I).
Asimismo, fueron añadidas a la Ley General de Salud, en el artículo 234 en el que se establecen las sustancias consideradas estupefacientes, y al 235, donde se indica que cualquier acto relacionado con estos estupefacientes queda sujeto a esta ley.
Este último artículo apunta que los actos (siembra, elaboración, posesión, transporte, suministro, uso, etc) solo pueden realizarse con fines médicos y se requiere autorización de la Secretaría de Salud.
