Advierten que GN representa un proyecto político y no una institución del Estado

Expertos señalan que gran parte de sus elementos tienen nómina en Sedena o Marina
Expertos señalan que gran parte de sus elementos tienen nómina en Sedena o Marina
Guardia Nacional.Expertos señalan que gran parte de sus elementos tienen nómina en Sedena o Marina
Cuartoscuro
Eduardo Ortega
2022-02-15 |22:09 Hrs.Actualización22:09 Hrs.

La Guardia Nacional es la columna vertebral de un proyecto militarista, como parte de un proyecto político y no como una institución del Estado mexicano, advirtieron especialistas.

Al presentar en el Senado el Segundo Informe del Observatorio de las Guardia Nacional y la Militarización en México, la presidenta de Ciudadanos por una Causa en Común, María Elena Morena, destacó que la Guardia Nacional, a dos años y medio de su creación y puesta en marcha con las Fuerzas Armadas, arrancó con una mentira, porque la reforma que le dio origen estípula que debe ser una corporación civil.

Refirió que la Guardia Nacional, en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, ha recibido mil 742 quejas que incluyen casos de supuestas torturas, desaparición forzada, tratos crueles, inhumanos o degradantes y detenciones arbitrarias.

“A más de dos años de su creación es claro que se trata de una corporación militar, dirigida por las fuerzas armadas. Además, el actual gobierno ha incrementado, como ningún otro, la presencia y el poder de las Fuerzas Armadas, no sólo en tareas de seguridad pública, sino en muchas otras tareas que tampoco les corresponden”, dijo.

Dejó en claro que en decir lo anterior no se critica a los militares y a los marinos, sino, por el contrario, es alertar sobre las posibles consecuencias, los efectos y los riesgos que puede tener, tales como que la militarización, agregó, corre en detrimento de las policías locales con estancamiento presupuestal o mermas de recursos, además de la incorporación de personal militar en puestos directivos de las policías locales.

Además, refirió, los incrementos en los presupuestos y el manejo de presupuesto de otras instituciones combinados con la opacidad tradicional de las Fuerzas Armadas incrementan el riesgo de corrupción.

“El protagonismo podría generar fricciones al interior de las Fuerzas Armadas, también se incrementa el peligro de un mayor número de violaciones a los derechos humanos. Ahora bien, lo que se sabe sobre la Guardia Nacional se ve como la columna vertebral de un proyecto militarista, es decir, se comienza a mirar como parte de un proyecto político y no como una institución del Estado mexicano”, advirtió.

Por su parte, el analista en seguridad Alejandro Hope puso énfasis en que la Guardia Nacional es una “ficción administrativa”, porque el grueso de su personal no trabaja, no tiene plaza, ni tiene sueldo en la Guardia Nacional, sino en las Fuerzas Armadas, ya sea en el Ejército o en la Marina.

Esto, señaló, va a contrapelo a lo que señala la ley de la propia Guardia Nacional en su artículo 25, el cual establece para ser como requisito de ingreso una separación funcional del personal de su cuerpo armado de origen. 

Puntualizó que no sólo sucede con el personal, sino lo mismo sucede con el equipo, el patrimonio y la infraestructura y las obras; “ese es muy probablemente uno de los motores de la propuesta que ha anticipado el presidente de la República para trasladar a la Guardia Nacional la Sedena. Es su manera de resolver este entuerto administrativo".