Autoridades federales incineraron en Acapulco más de una tonelada de clorhidrato de cocaína, droga que había sido decomisada en operaciones de seguridad realizadas en Guerrero.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), el cargamento, que sumó mil 347 kilos, está vinculado a una investigación por delitos contra la salud.
Su aseguramiento fue resultado de acciones conjuntas entre la Secretaría de Marina y el Gabinete de Seguridad Nacional.

La quema del estupefaciente fue encabezada por el Ministerio Público Federal y se llevó a cabo bajo la supervisión del Órgano Interno de Control, que verificó el peso, el conteo y la autenticidad del material.
En el lugar también participaron peritos y elementos de la Policía Federal Ministerial y de la Agencia de Investigación Criminal.