El diario estadounidense The New York Times aseguró que el Cártel de Sinaloa sigue traficando fentanilo a Estados Unidos mediante sobornos a autoridades y rutas secretas.
De acuerdo con una investigación hecha por el medio, la organización criminal traslada el opioide en autos que antes cargaba con cocaína y metanfetamina.
“Un hombre roció seis paquetes envueltos en aluminio con un líquido que olía a cloro, un compuesto que, según él, ayudaría a ocultar el fentanilo de los perros de búsqueda. Debajo del papel de aluminio, la droga mortal estaba envuelta en papel carbón para intentar evitar los métodos básicos de detección por rayos X”, indicó el Times.
Además reportó que los “contrabandistas están cambiando a cargas más pequeñas, ideando métodos creativos y adaptándose en tiempo real a las amenazas cambiantes”.
El trabajo de investigación “incluyó la documentación de cómo se ocultaban paquetes de fentanilo en automóviles en Culiacán, en el oeste de México, para mostrar con mayor detalle cómo se desarrolla el tráfico de fentanilo”.
Añadió que “el viaje posterior del auto a Estados Unidos se reconstruyó mediante entrevistas con los cinco agentes: el mecánico, un conductor, un miembro de alto rango del cártel y dos traficantes con base en Arizona”.
Una de las fuentes añadió que los cárteles suelen usar autos medianos de marcas como Honda, Nissan o Toyota, argumentando que cuanto más común sea el vehículo, más probable es que pase desapercibido.
Mencionó que nunca realiza la misma ocultación dos veces, variando el proceso según el auto y la cantidad de contrabando.
“A veces lo colocamos dentro del tanque de gasolina, otras, debajo del capó junto al motor, o incluso debajo del panel inferior”, dijo la fuente.
El medio indicó que “la producción y el transporte de fentanilo se han vuelto más lentos, más riesgosos y mucho más costosos, afirmaron los cinco miembros del cártel”.
“Los sobornos ahora cuestan más, los retenes militares se han multiplicado en todo México y los agentes fronterizos estadounidenses han reforzado la vigilancia.
“Se incautan más cargamentos, por lo que, para minimizar las pérdidas, los traficantes envían cantidades menores”, agregó el medio.
El NYT añadió que los hallazgos de la DEA, descritos en los informes, coinciden con las técnicas de contrabando descritas por los operativos del cártel.
El medio describe que un agente de alto nivel, cuya función se centraba en reclutar estudiantes de química para ayudar a fabricar fentanilo y supervisar la producción, que solía evitar operaciones prácticas y arriesgadas como esta, tomó un viaje para ganarse la confianza de las altas esferas del cártel.
“Un segundo vehículo avanzaba delante de él, con vigías entrenados para analizar el terreno. Su trabajo consistía en advertir lo que se avecinaba y detectar posibles amenazas: un nuevo puesto de control, soldados donde antes no los había, un coche aparcado demasiado tiempo al lado de la carretera”, añadió el Times.
Según lo reportado, durante el viaje, “cada desvío estaba diseñado para eludir los controles policiales o militares”.
“Según los cinco agentes, los sobornos suelen acordarse en al menos cuatro puestos militares mexicanos entre los estados de Sinaloa y Sonora”.
Al llegar a la frontera, “una red de vigías y coordinadores trabajaba en sintonía, verificando que cada pieza de la operación estuviera en orden. Eso incluía la más crucial: el agente fronterizo estadounidense que, por un precio, había accedido a dejar pasar el vehículo, según informaron los operativos del cártel”.
Aunque hubo un problema: el agente fronterizo de EU les dijo que el coche había sido detectado, quizá por información de un cártel rival.
Entonces, activaron un plan B: “se organizaría un segundo vehículo más adentro de Sonora y se reempacaría la carga”.
La operación se reanudó tras días, siempre de acuerdo con lo reportado por las fuentes al Times.
El medio también destaca la corrupción en los agentes.
“El conductor afirmó que el agente fronterizo estadounidense recibiría decenas de miles de dólares solo por la advertencia, además del pago inicial ya prometido por dejar pasar el auto por el puerto de entrada de Mariposa, en el centro de Nogales”.