Política

Vidulfo Rosales deja la defensa de los 43 de Ayotzinapa; se integra al equipo de Hugo Aguilar

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Vidulfo RosalesRosales recordó momentos clave de su labor, como los casos de líderes sociales desaparecidos. FOTO: GALO CAÑAS/CUARTOSCURO.COM
(Galo Cañas Rodríguez)

A once años de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el abogado Vidulfo Rosales Sierra anunció su salida del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, así como de la representación legal de las familias de los 43 estudiantes.

Tras casi un cuarto de siglo en la organización con sede en Tlapa, el litigante confirmó que se retira de la primera línea de la lucha social, aunque aseguró que continuará su compromiso desde otros espacios.


La decisión fue dada a conocer en un comunicado titulado ‘En otras trincheras de lucha’, donde expresó: “Con profundo pesar les informo que dejo de colaborar en el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan”.

Rosales recordó momentos clave de su labor, como los casos de líderes sociales desaparecidos y el seguimiento inmediato que tuvo que dar a la tragedia de Iguala en septiembre de 2014.

Su salida ocurre también en un contexto de cambios: ayer, el próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar, difundió en su cuenta de X una fotografía de la cuarta reunión de trabajo con las y los ministros entrantes, en la que aparece sentado Rosales, quien según medios locales se sumará como colaborador del jurista.

En la carta, el abogado expresó: “me retiro de la primera línea de la lucha social con la frente en alto, con la seguridad de haber puesto un grano de arena en la pelea de nuestros pueblos, desde otras trincheras seguiré exigiendo que los derechos humanos sean una realidad, que los pueblos indígenas y afromexicanos tengan una vida digna y no seamos tratados como personas de segunda”.

Rosales subrayó que no abandona sus principios ni su identidad. “No puedo eludir mi deber de clase. Soy de una comunidad indígena enclavada en la agreste y encantadora Montaña de Guerrero, toda mi vida he caminado a contracorriente por senderos escarpados producto de la miseria y marginación, por ello tengo la capacidad de sentir las injusticias cometidas contra cualquiera y en cualquier parte”.

Finalmente, aseguró que seguirá adelante en la ruta marcada por su trayectoria: “no me queda más que agradecer tantas enseñanzas y decir que desde otra trinchera continuaremos en la lucha por la justicia y por los derechos humanos”.

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