Después de que fuera criticado por jalar del brazo a Hugo Aguilar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) electo, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, aclaró que no lo hizo de forma irrespetuosa, sino para que “no se fuera hacia la derecha”.
Tras ser cuestionado sobre este hecho, Monreal Ávila reconoció que sí jaloneó a Aguilar Ortiz, pero reprochó que “se busquen los ángulos” para criticarlo.
“No fue de mala fe, ni es una descortesía, las redes deben culpar a los medios que me presionaron a que tomáramos la foto, fue una manera amigable para evitar que tomara un pasillo equivocado porque estaba a la derecha que es la entrada al pleno y debíamos ir a la izquierda, que es la salida a la sala verde, por ahí va uno para tomar el elevador”, aseveró.
En este sentido, el morenista explicó que el jaloneo fue debido a que el ministro electo “no conocía la Cámara de Diputados” y fue “una manera amigable” de evitar que se fuera por el pasillo de la derecha, pues ambos se dirigían a la Sala Verde; es decir, de lado izquierdo.
“El jaloneo al presidente Hugo Aguilar Ortiz, yo les diría a todos que no hay que verlo como una descortesía, ni mucho menos como una falta de respeto como algunos han intentado hacerlo a parecer, yo les diría fue una amigable, una manera amigable para evitar que tomara un pasillo equivocado, ustedes estaban afuera esperando la fotografía y yo realmente por atenderlos a ustedes, por eso me pasa.
Ricardo Monreal mencionó que Hugo Aguilar le “cae bien” y lo considera una persona que no se basa en formalismos protocolarios, por lo que aseguró que hay respeto y colaboración entre los Poderes Legislativo y Judicial.
“Afortunadamente el primer ministro presidente electo, no es de formalismos protocolarios, lo sentí muy auténtico, muy honesto, muy de gesto y trato humanitario, entonces el respeto entre los Poderes lo ratifico, habrá respeto absoluto entre los Poderes y este respeto entre la división de Poderes, el Legislativo y el Judicial, no se ha marcado en gestos de cortesías sino en relaciones institucionales, y estas no han cambiado.
