¿Y como decía José José... el ‘amor acaba’?
La historia de las alianzas es basta en la política mexicana, sin embargo en la última década las uniones y separaciones entre partidos han llamado cada vez más la atención.
Hoy hablaremos de la unión entre los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), luego de que el pasado fin de semana el primer instituto anunciara públicamente que no volvería a aliarse con el llamado ‘tricolor’.
Para empezar debes saber que el sabor a derrota fue algo que los fundadores del PRI no conocieron. En cambio sus líderes y militantes actuales no han tenido de otra que soportarlo.
En cuanto a alianzas electorales, el PRI comenzó a valorarlas hasta después del proceso electoral federal del año 2000, cuando por primera vez perdió la presidencia de la República, algo que no había ocurrido desde 1929, cuando esta fuerza electoral fundó sus orígenes con el Partido Nacional Revolucionario (PNR).
Siguiendo en la tónica de las elecciones presidenciales, en el 2000, Vicente Fox, de la alianza PAN-Partido Verde Ecologista (PVEM), derrotó con el 42.52% de los votos al candidato priista Francisco Labastida, quien obtuvo 36.11%.

Tras este triunfo histórico, en las elecciones de 2006, el PAN fue solo y volvió a triunfar, con Felipe Calderón Hinojosa. En tanto sus aliados del Verde ‘saltaron’ y se convirtieron en parte del equipo priista.
Una vez más en 2012, Acción Nacional evitó alianzas, pero esta vez perdió, con Josefina Vázquez Mota como su abanderada, mientras que el PRI volvió al poder y triunfó, junto al Partido Verde, con Enrique Peña Nieto como su abanderado.

Para el 2018, ambos partidos la tuvieron difícil y, junto a sus respectivos aliados, fueron derrotados por el morenista Andrés Manuel López Obrador:
- Entonces, los blanquiazules se unieron al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y a Movimiento Ciudadano (MC), en la Alianza por México al Frente, donde el candidato presidencial salió de sus filas y fue Ricardo Anaya Cortés, quien perdió.
- En tanto, el PRI y el PVEM sumaron a Nueva Alianza y postularon al varias veces secretario de Estado, José Antonio Meade, quien alegó que no militaba en ningún partido, pero al final quedó tercero en preferencias.

No obstante en las elecciones intermedias de 2021, el PAN y el PRI se unieron, junto con el ahora extinto Partido de la Revolución Democrática (PRD) y se hizo realidad lo que, de modo sarcástico, fue llamado muchas veces como el “PRIAN”.
Mediante la coalición ‘Va Por México’, las tres fuerzas políticas buscaron hacer frente al demoledor éxito de Morena y la llamada ‘Cuarta Transformación’ y ganaron la gubernatura de Chihuahua, así como la mitad de las alcaldías en la Ciudad de México.
Además, en 2022 ganaron Durango y Aguascalientes, mientras que en 2023 y 2024 obtuvieron Coahuila y Guanajuato.
Pero justo ese fue el principio del fin, pues en las elecciones presidenciales de 2024 perdieron devastadoramente llevando a Xóchitl Gálvez como abanderada, obteniendo sólo el 28% de la votación, pero concluyendo con la extinción a nivel nacional del PRD.

La oficialización de la ruptura tuvo lugar el pasado sábado 18 de octubre de 2025, cuando en la presentación de ‘renovación’ de su imagen, los liderazgos panistas prometieron no volverse a aliar con el partido que el pasado no conoció la derrota: el PRI.




