Pongamos que es mayo de 2025. Pides comida a través de una plataforma digital. El plazo transcurre y tu envío no llega. Te quejas. Te asignan otro motociclista. Para ti fue un incordio, para el conductor pudo haber sido catastrófico.
No es remota la posibilidad de que el repartidor original se haya accidentado. Si tal cosa ocurría hace tres meses, mala suerte para él: su incapacidad, el tiempo en que tardara en recuperarse, era su problema. Y de invalidez total, ni hablar.
Sólo para dimensionar: “en 2023 perecieron en accidentes 2 mil 878 motociclistas, lo que equivale a un aumento de 52.3 por ciento respecto a 2018”*.
A un trabajador convencional el Instituto Mexicano de Seguro Social le cubriría parte del salario en lo que se recupera o pagaría por invalidez. Ésta es una de las buenas noticias de que el gobierno obligue a las plataformas a inscribir a conductores y repartidores**.
Y, desde luego, el o la trabajadora y sus dependientes contarán con atención médica del IMSS, entre otras prestaciones de ese instituto. A lo anterior ha de sumarse la inscripción en el Infonavit.
Hay que subrayarlo: es un mundo de diferencia para cientos de miles de personas que están conectadas laboralmente a las plataformas digitales de transporte de personas o de productos. Se trata, datos preliminares, de hasta 1 millón 291 mil personas.
Lo de datos preliminares es muy crucial. Aunque no hay gobierno que se limite a la hora de hacer propaganda, eso de que en julio se crearon más de un millón de empleos, como lo señaló la Secretaría del Trabajo el martes y se remarcó ayer en la mañanera, es prematuro. Muy.
La cifra de un millón 291 mil personas necesariamente va a ir a la baja.
En primer lugar, porque puede haber registros duplicados (es común que los conductores estén en dos o más plataformas).
En segundo lugar, el esquema impuesto por el gobierno es que las plataformas registren a las y los conductores a principios de mes, y que luego se vea si logran cruzar el umbral de ingreso (salario mínimo mensual) que les hace derechohabientes con prestaciones totales.
¿Cuántos van a alcanzar ese monto? Apenas lo vamos a saber. Para eso precisamente es que estamos en el periodo piloto del programa.
Otra condicionante: la cifra bajaría porque alguna o más de una plataforma inscribiera a todos los conductores que tiene registrados, independientemente si a últimas fechas han tenido actividad sustancial.
Empero, hay otra buena noticia: cada día sabremos más sobre cuántos se emplean en esta modalidad y qué tipo de comportamiento laboral tienen. El gobierno podría cobrar más impuestos a empleador y empleado, e incluso saber más de movilidad de personas o productos.
Ahora bien. Son números preliminares que también se ajustarán, tercer factor, estacionalmente. ¿Recuerdan la película Nomadland, protagonizada por Frances MacDormand? Pues tal cual: hay meses en que la demanda social de choferes/envíos sube, y meses que baja.
Claudia Sheinbaum debe llevarse el crédito por lograr seguridad social para quienes se emplean a través de plataformas. Sin embargo, no es cierto, en forma alguna, que sean nuevos empleos. Ya eran, por lo menos, lo que podríamos denominar autoempleados.
Como tampoco es cierto que esto vaya a carecer de costos. La buena noticia de lograr seguridad social obliga al gobierno a, para empezar, ofrecer garantía de que está en condiciones de brindar la atención médica, y las otras prestaciones, en el IMSS. Cosa harto cuesta arriba.
Es decir, la Federación logró su objetivo, ahora tiene que estar a la altura de lo que ofrece. ¿Hay que recordar que este fin de semana la organización Nariz Roja organiza marchas contra el desabasto médico porque pasan los años y Morena no puede con el paquete?
Falta, igualmente, el impacto que esta medida tendrá en el bolsillo de los usuarios y en los propios trabajadores.
Porque, le guste o no al gobierno, las empresas no se van a comer todo el costo de la seguridad social, y si éste es muy alto, es posible que cuando pidas un envío el monto te haga desistir, y por ende habría menos viajes/pedidos. En cuyo caso, los choferes tardarán más en ganar lo mismo que antes. Y además pagarán una cuota mensual.
Finalmente, ¿habrá impacto en los establecimientos, cuyas ventas bajarían por cuotas más elevadas en el envío? ¿O, por lo mismo, las plataformas dejarán de operar en algunas ciudades, como se teme ocurra?
Hay cientos de miles de trabajadores que ya estaban en el mercado que ahora gozarán de (posible) seguridad social. Buena noticia que supone un reto monumental para el gobierno, con costos para todos.
*La Jornada, 14/06/25
**En Uber tienen póliza de AXA. Habría que ver las letras chiquitas.