Salvador Camarena: Se busca secretario de Gobernación

Si Adán Augusto sale bien librado de las crisis, quizá sea elevado a candidato presidencial
Si Adán Augusto sale bien librado de las crisis, quizá sea elevado a candidato presidencial
¿Corcholata?Si Adán Augusto sale bien librado de las crisis, quizá sea elevado a candidato presidencial
Cuartoscuro
autor
Salvador Camarena
Periodista
2022-08-18 |06:59 Hrs.Actualización06:59 Hrs.


El exgobernador Jaime Bonilla desliza desde la tribuna de la Cámara alta críticas en contra de la gestión de su sucesora, Marina del Pilar Ávila. Ese enfrentamiento entre morenistas marca el debut legislativo del primero, que recién regresa –por la puerta de atrás– al Senado, y un escalamiento de la pugna entre esos bajacalifornianos. ¿Qué harán en el Palacio de Covián para evitar que esa pelea se desborde?

La Cámara de Diputados anuncia que van por Alejandro Moreno, Alito. Quieren el pellejo del líder nacional priista para entregárselo a Layda Sansores. Esa pelea puede paralizar el Congreso y enervar al PRI. ¿Le preocupa a Bucareli el impacto de ese desafuero en la gobernabilidad?

¿De verdad la Secretaría de Gobernación está confiada en que los eventos de la semana anterior en cuatro estados fueron meros actos de propaganda magnificados por la prensa?

El gobernador panista de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, no ha iniciado la transición en ese estado. Se han perdido dos meses y medio prácticamente de oportunidad para que Américo Villarreal y su equipo se enteren de primera mano de la realidad de tan importante estado. ¿Tan increíble, como irresponsable, acto de falta de institucionalidad no le quita el sueño a la secretaría responsable de la política interna?

El nombramiento de la nueva secretaria de Educación Pública podría ser resentido en el SNTE o, incluso, activar a la Coordinadora. ¿Está en el radar del despacho de la colonia Juárez la eventualidad de turbulencias por parte del magisterio?

Pleitos entre morenistas, el mayor choque entre la oposición y el oficialismo por el desafuero de Alito y las pesquisas contra el llamado “cártel inmobiliario”, entidades sin diálogo democrático entre perdedores y ganadores, grupos criminales inaugurando maneras de demostrar su poderío y atemorizar, nombramientos que podrían activar movilizaciones sindicales… y eso sin hablar de posibles impactos sociales por los eventuales aranceles que Estados Unidos podría imponer, ya que es remota la posibilidad de que AMLO dé marcha atrás a sus incumplimientos en el T-MEC.

Contaban que en tiempos de Felipe Calderón cada cosa que desde Bucareli se intentaba negociar con el gobierno del Estado de México se atoraba. El entonces mandatario del Edomex se hacía el remolón para colaborar con la Secretaría de Gobernación: EPN creía que si concedía lo que le solicitaban haría crecer las posibilidades presidenciales del titular de Bucareli.

Algo parecido podría pasarle a Adán Augusto. Al ser corcholata, algunos le regatearán su disposición a colaborar, o al menos querrán encarecer las negociaciones con Bucareli. E incluso dentro del movimiento lopezobradorista habrá quien tenga incentivos para desear que tropiece en sus gestiones.

Una semana antes de cumplir un año en el cargo, el encargo de López Hernández luce más abultado y complejo.

El ambiente se ha enrarecido en parte por la decisión, evidente, de López Obrador de ir a fondo en la defenestración de Alito, al que le cobran no haber aprobado la reforma eléctrica, y a cuyo partido buscan desfondar. Pero no es el único tema que polarizará aún más a la opinión pública.

La militarización de la Guardia Nacional, la administración partidista de la justicia y de la lucha en contra de la corrupción, el desdén por la ley en el Tren Maya, el socavamiento presupuestal, la violencia, la irritación por la negligencia gubernamental en la mina de carbón de Sabinas, la renovación en el INE… Eso y lo que surja tendrá que ser atajado en Gobernación.

Si Adán Augusto sale bien librado de las crisis, quizá sea elevado a candidato presidencial. Si no, el proyecto lopezobradorista encallará. Suerte, secretario.