Salvador Camarena: Nuevo éxito de AMLO, ahora en Segalmex

El Presidente mantiene la protección a Ignacio Ovalle
El Presidente mantiene la protección a Ignacio Ovalle
AMLO.El Presidente mantiene la protección a Ignacio Ovalle
Cuartoscuro
autor
Salvador Camarena
Periodista
2022-04-20 |07:06 Hrs.Actualización07:06 Hrs.

El señor Presidente se ha apuntado un nuevo éxito. Este martes le fue informado al pueblo que ha promovido a una nueva chamba a su amigo Ignacio Ovalle. Salve esta administración, que rescata a todos los que le fallan al país. Qué nuevo gesto de magnanimidad el que regala a la nación el nativo de Macuspana.

Conasupo se llamó en los viejos tiempos. Luego derivó en dos empresas, Liconsa y Diconsa, parecidas, pero para nada iguales. Una, dedicada a comprar y vender leche a las poblaciones marginales. Otra, encargada de distribuir productos de primera necesidad en tiendas en todo el territorio. Con la llegada del nuevo gobierno, el de primero los pobres, Andrés Manuel López Obrador dispuso que ambas entidades fueran una y se las encargó a Ovalle. ¿Qué podía salir mal? Lo que salió mal: denuncias de corrupción y malos manejos.

La nueva entidad hoy lleva el rimbombante nombre de Seguridad Alimentaria Mexicana, mejor conocida como Segalmex. Y desde muy pronto en el sexenio comenzó el ruido sobre irregularidades ahí. Esta semana han quitado, por fin, de la dirección de esa empresa estatal a Ovalle, pero, fiel a su costumbre, el Presidente que prometió acabar con la corrupción y el amiguismo, no mandó a su casa a don Ignacio, qué va, sino que le dio otra chamba. Premio de consolación en Bucareli. Qué viva la transformación.

Quién sabe cómo le hace el Presidente para tener tan mala mano a la hora de nombrar titulares en dependencias. ¿La exsecretaria de Gobernación? Tres años de cero a la izquierda. ¿El secretario de Salud? Intrascendente. ¿El de Comunicaciones? Lo mismo. Y así. Pero, hay que reconocerlo, en el caso de Ovalle corrió incluso con peor suerte.

Porque el hasta ayer número uno de Segalmex tuvo durante un par de años de número dos a alguien que ahora está vinculado a proceso. René Gavira se llama, y desde el arranque del sexenio se decía que algo no olía bien en la dirección de administración y finanzas, la de Gavira, pero Ovalle no quiso escuchar ni a quien se lo dijo desde el mismísimo 2018. Estaba viendo, pero nunca quiso ver.

En Segalmex las propias auditorías que la dependencia mandaba a hacer empezaron a notar discrepancias en los inventarios de Liconsa. Ventas, por ejemplo, de crema, no eran reportadas adecuadamente en la contabilidad. A irregularidades como esas se sumaron denuncias de millonarios contratos donde aparecían empresas fantasma, y lo mismo asignaciones donde aparecían personajes que, en su tiempo –el de los anteriores gobiernos–, tuvieron sus propios escándalos. Si la dupla Ovalle-Gavira lo hubiera querido hacer peor, igual y no le sale.  

Hoy ya no está ninguno de los dos en Segalmex. El primero estrenará chamba junto a Adán Augusto López –pobre del secretario, tener que cuidar ahora a este entenado–, y el segundo enfrenta un proceso y denuncias de multiplicación de bienes entre sus familiares, según publicó recientemente Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

Hay que reconocer, sin reserva ni mezquindad, el éxito de López Obrador en Segalmex, empresa que se ha hecho notable en su sexenio por escándalos e insuficiencias. Y lo que falta.

Lo único bueno es que AMLO tuvo el acierto de poner ahora a Ovalle al frente de un organismo modesto en la Segob. ¿Se imaginan que se hubiera acordado que ahora tiene que hacer un organismo para el litio y se lo hubiera dado a Nacho? En una de esas Litiomex empieza a desaparecer antes de existir. Qué listo nuestro Presidente. Por eso suma y suma éxitos.