Salvador Camarena: Nosotros los Chávez

En defensa de la casa donde vivió en Houston su hijo y su nuera
En defensa de la casa donde vivió en Houston su hijo y su nuera
AMLO.En defensa de la casa donde vivió en Houston su hijo y su nuera
Cuartoscuro
autor
Salvador Camarena
Periodista
2022-02-17 |07:28 Hrs.Actualización07:28 Hrs.

Nosotros los Chávez tenemos claro, ¿ustedes no?, que a un presidente nunca se le dice que no. Que qué hora es, la que a usted se le dé la gana, licenciado, la hora del tamal del chipilín, por ejemplo; o la hora de que todo mundo pregunte: qué tiene mi presi, qué le falta que está triste.

Si es para encontentar al número 1, nosotros los Chávez nos disfrazamos de lo que haga falta: de comitiva en la Casa Blanca o de expertos en trenes: chu-chu. Le manejo lo que viene siendo que me convierto en lo que pida el preciso: ¿en donador de hectáreas para la CFE? Tengo unas que mire, mi presi, nombre, para chuparse los dedos, allá en Sonora, y hasta aeropuerto privado tienen. ¿Necesita algo más? ¿Que hablando de aviones tiene uno que no sale ni en rifa? Hmmm, pos a ver qué inventamos, porque la vez pasada yo ya le puse en la coperacha, y acuérdese que fui uno de los que primero caireles con la lana en la cena de Palacio Nacional. ¿Ve? ¿Ya se acordó que yo siempre le entro de-sin-te-re-sa-da-men-te? Nombre, de nada, así somos los Chávez, para servir a usted y al que venga o la que venga, usted nomás nos dice para dónde sopla el viento, faltaba más.

Es que nosotros los Chávez nos dedicamos a la hospitalidad. Sí. A que el cliente se sienta servido. Y en estos años ya saben quién es nuestro cliente titanium, para que me entiendan. A este cliente, lo que pida, e incluso lo que no pida. Que si ocupa que lo acompañemos al sureste a apurar a los que andan cambiando de ruta a cada rato los tramos del tren, pos nos ponemos la guayabera y el sombrero ese de indianajones que me traje de Australia y encantados, faltaba más: órale, eche más rieles, maistro. Que si ocupa una visa para su chilpayate, aquí está su valedor, quién lo quiere, a usted y a quien usted diga; a ver, hijos, aquí está el nuevo empleado de nuestra corporeichon, necesitamos tramitar sus papeles. Y nada de tardarse, me contratan a un gestor para que nos saque ya la cita en el consulado y podamos conseguir su residencia en los esteits.

Porque los Chávez, o al menos esta rama de los Chávez, ustedes me entienden, siempre somos unos samaritanos nivel Antiguo Testamento. Aquí donde nos ven con hoteles y campos de golf por todos lados, siempre siempre siempre estamos viendo a quién ayudar. Y si nuestro amigo está en un predicamento, si lleva dos semanas en que nomás no puede explicar cómo es que el primogénito se hizo de su gris casa y pasa tan buena vida en la hermana república (noscierto, ora sí me pasé) de Texas, pues para qué son los generosos amigos Chávez, que a cambio de nada creamos empleos: ¿qué no se trataba de eso la cuarta?, ¿de que se viera que podemos crear plazas para apoyar la recuperación del gobierno? Así que los Chávez dijimos, órale, revuelvan el cajón y vean qué tenemos por ahí de empresas de papel pa que le pongamos un yobdescripchion para que mi Moncho tenga ya su SSN con dirección texana. Bienvenido, Joserra, al mundo de los Chávez, seguro tu papá estará muy feliz de saber que tan te hizo justicia la transformación que ya eres empresario internacional. Quién te viera, suertudote tú, y suertudos nosotros los Chávez. ¿Que de qué vas a trabajar? Ah, jijo, ¿pos qué estudiaste? No te creas. Con tan buenos amigos, quién piensa en trabajar.