Salvador Camarena: No se equivoquen, el INE sigue en riesgo

El presidente festejó los triunfos de su movimiento de este 5 de junio
El presidente festejó los triunfos de su movimiento de este 5 de junio
López Obrador.El presidente festejó los triunfos de su movimiento de este 5 de junio
Cuartoscuro
autor
Salvador Camarena
Periodista
2022-06-07 |07:19 Hrs.Actualización07:18 Hrs.


Fiel a su costumbre, Andrés Manuel López Obrador dedicó un pedazo de la mañanera de ayer a hacer campaña electoral. No desperdicia un solo día en su propósito de aventajar a sus adversarios políticos. Qué más da si para ello hace uso de recursos públicos.

Ayer, en el día después de las elecciones de este año, Andrés Manuel festejó los triunfos de su movimiento, y criticó a la oposición. Ni por una mañanera pudo ser jefe de Estado y simplemente felicitar a todas y todos los ganadores, fueran del partido que fueran, y a lo que sigue.

En vez de ello denostó a la oposición. Dijo las razones por las que, según él, sus oponentes pierden, por qué obtuvieron sólo dos gubernaturas mientras Morena y aliados, cuatro. “Les afecta mucho, se los digo de manera sincera, su clasismo, su racismo. Es que desprecian al pueblo, no le tienen amor al pueblo, ahí está la esencia de todo”, apuntó entre otras cosas el tabasqueño este lunes.

Eso lo dijo minutos después de exhibir los resultados, dados a conocer oportunamente por el Instituto Nacional Electoral, de las elecciones dominicales en seis estados.

El Presidente puede que cite al INE para divulgar las tendencias que, mayoritariamente, favorecieron a sus correligionarios. Pero eso, en forma alguna, significa que Palacio Nacional reconozca la labor de ese instituto, y menos aún que cambiará de parecer en su intento por modificar el marco electoral vigente.

Y –por si hiciera falta decirlo– a López Obrador no le genera ningún tipo de disonancia cognitiva el citar al INE, tantas veces por él denostado, para exhibir los triunfos de su partido.

Él no ve, como muchos otros, que una de las notas relevantes de la jornada dominical fue que, otra vez, se probó la eficacia del actual modelo de organización comicial, uno que encima da certidumbre a las y los mexicanos.

Para AMLO las elecciones exitosas se deben únicamente a los ciudadanos, al pueblo, no a las instituciones que para tal fin la sociedad ha construido en cuatro décadas.

Y ayer mismo, a la hora de retomar los conteos de los órganos electorales, el Presidente lo hizo con la idea, machacada por él a menudo, de que si no lo daba a conocer en la mañanera habría ciudadanos que no se enterarían de los resultados dominicales, en los que –claro está– su movimiento logró cuatro de seis gubernaturas.

Porque para el Presidente lo esencial es reiterar que su movimiento hace historia venciendo las resistencias de poderosos grupos, y al INE lo identifica como una de las instituciones del pasado régimen.

Por eso dice que él tiene que informar lo que ya todo mundo sabía desde la noche del domingo, y por eso no es descartable que López Obrador pronto mencione que estos triunfos se dieron a pesar del árbitro electoral.

Tras la elección se escucharon expresiones públicas de lo bueno que es tener una normalidad electoral: campañas donde hay polarización, pero votaciones donde de manera pacífica la ciudadanía acude a las urnas y, tras ello, se da el conteo confiable de sufragios.

Muchos pensarán así, pero no el Presidente, que este lunes reiteró que enviará su iniciativa electoral. Su comentario de ayer vino a cuento de que quiere que se den facilidades para el voto desde el extranjero, pero también es sugerente el fraseo que utilizó al entrar a ese tema: “Ya pasaron estas elecciones, nos tenían en espera, pero ya vamos a impulsar la ley electoral”.

Para él terminó la espera. Va por el INE, que nadie se equivoque.