Salvador Camarena: Mancera, ese Santa policiaco

Arturo Núñez (segundo, de izquierda a derecha) junto a Miguel Ángel Mancera (centro) en un evento público
Arturo Núñez (segundo, de izquierda a derecha) junto a Miguel Ángel Mancera (centro) en un evento público
¿Ayuda electoral?Arturo Núñez (segundo, de izquierda a derecha) junto a Miguel Ángel Mancera (centro) en un evento público
Gobierno de Tabasco
autor
Salvador Camarena
Periodista
2017-08-17 |07:28 Hrs.Actualización07:28 Hrs.

Ayer los portales daban cuenta de que Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México y presidente nacional del club de los gobernadores, regaló este miércoles siete patrullas en Villahermosa, Tabasco.

Hace un mes, hizo lo mismo en Ciudad Juárez y en Parral, Chihuahua. Y semanas antes lo había hecho en Acapulco, Guerrero.

Con el evento de Tabasco, Mancera parece haber retomado su ¿idea? de que esos ¿regalos? sirven de algo para sus aspiraciones presidenciales, porque muy difícilmente podría decirse que esa dotación de recursos hará una diferencia en la inseguridad de las entidades receptoras de los mismos.

Pero cabe preguntarse algo más, algo sobre la legalidad (no sólo la pertinencia), de estas acciones de MAME.

Allá por mayo, cuando recién estrenaba el puesto de presidente de la Conago, Mancera lanzó un ¿operativo? policíaco en Guerrero, hasta donde se trasladaron elementos y equipo policíacos de la capital. Consulté entonces a un abogado sobre la legalidad del uso de esos recursos de la CDMX allende Cuautitlán y esto fue lo que mi fuente contestó:

“Cada fuerza de seguridad sólo puede operar en su jurisdicción. Cualquier acción fuera de ella es ilícita.

“Quien ordena actuar fuera de la jurisdicción incurre en el delito de abuso de autoridad y uso ilegal de la fuerza pública según el artículo 262 fracción II del Código Penal de la CDMX. Por ello, se le impondrían de uno a seis años de prisión y de cien a quinientos días de multa a quien en el ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas use ilegalmente la fuerza pública.

“Asimismo, en virtud de que los policías de la CDMX deberían estar actuando en su jurisdicción y no en otra”, según esa fuente, “queda encuadrado el tipo penal de ‘uso ilegal de atribuciones y facultades’ si nos atenemos al artículo 267, fracción II, comete el delito de uso ilegal de atribuciones y facultades aquel servidor público que teniendo a su cargo fondos públicos, les dé una aplicación pública distinta de aquella a que estuvieran destinados…”

En el operativo en Guerrero, Mancera movió aparte de los elementos policíacos, camionetas, patrullas, camiones, e incluso elementos del Grupo Especial de Reacción e Intervención de la PGJ. Chulada.

E incluso las detenciones que se hubieran realizado en Guerrero serían ilícitas e incluso los policías podrían ser acusados de incurrir en delitos al estar operando fuera de su jurisdicción.

Y es que, según me explicaron, “las únicas ocasiones en que se justifica enviar apoyo a otros estados es por temas de protección civil y hay marco jurídico para tal efecto”.

Claro, Mancera no ha hecho más operativos estatales, ahora “sólo” regala patrullas que, según medio ha dicho él mismo, ya no eran funcionales para la CDMX.

Sobra recordar que la última vez que Mancera jugaba a Santa Claus faltaban pocas horas para que Tláhuac ardiera. Ahora ha visitado Tabasco el día después de que se informara (de nuevo) que el crimen en la capital va en aumento. Leer “Inseguridad crece en 11 delegaciones de CDMX; Tláhuac y Cuauhtémoc, con la mayor alza criminal” (http://bit.ly/2vzPfeX)

¿Por qué en la capital no se ha convertido en un tema si es legal o no lo que hace su (no se rían) gobernante?

Quizá sea porque nadie se toma en serio a Mancera. Ni en la capital (ya para qué), ni en la República, donde a “los mismos” del Frente y del PRI conviene que siga tristeando en las encuestas, por si se le requiere en 2018 para atomizar el voto.

Mientras, que juegue al Santa policiaco. Chido.