Pedro Kumamoto: La importancia de hacer política

Los electores deben decidirse por un político que tenga vocación de servir
Los electores deben decidirse por un político que tenga vocación de servir
El 6 de junio.Los electores deben decidirse por un político que tenga vocación de servir
Nación321
autor
Pedro Kumamoto
Excandidato independiente al Senado por Jalisco
2021-04-06 |06:51 Hrs.Actualización06:51 Hrs.

Hacer política debería ser sinónimo de servir, construir, hacer el bien. El poder representar a las personas pone (o debería poner) una losa sobre todos los que aspiran a servir a la sociedad: su voz habla por todos los que confían en ellos.

Imágenes sobran de políticos que han ayudado a que el concepto haya perdido su relevancia. Pues no es poco frecuente que les encontremos acarreando gente, cargando bebés y dando arengas para después desaparecer, junto con sus promesas, al ritmo de la Marcha de Zacatecas.

Sin embargo, creo que quienes deciden que la política es su vocación, no deberían dejar de ver a las personas, de conocer sus historias y caminar codo a codo con ellas. No deberían olvidarse de ninguna de ellas. Pues sobre ellos reposa la carga de los que han confiado en sus proyectos.

Es por esas personas, la necesidad de hacer el bien en la política. Por lo que significa que las banquetas sí sean incluyentes, que las luminarias funcionen y que el agua llegue a cada colonia. Como podemos ver, no sólo se trata de ocupar una oficina amplia con el retrato del gobernador en turno, sino de uno de los mayores honores que cualquiera podríamos tener. 

Y sin embargo, la derrota anticipada, esa que reza que nada cambia en la política, prevalece. En parte porque lo divulgan los políticos que quieren mantener a raya, alejadas de esta actividad, a las personas honestas. En parte también por el pobre actuar de quienes eligen la vida pública. 

Para ejemplo, un botón. Este domingo iniciaron campañas en gran parte del país, pero en el caso de Jalisco esto se vio retrasado debido a que muchos partidos presentaron decenas de candidatos con irregularidades: personas inhabilitadas para ocupar cargos, una persona que en dos semanas militó en tres partidos y ¡hasta dos hermanas que se registraron con la misma credencial de elector!

Esto, sin duda, es una señal para prestar atención a la contienda, a los partidos y a quienes han hecho trampa en estos días: ¿cómo es posible que desde antes de iniciar la carrera se quiera jugar a la mala? ¿Qué señal recibimos las personas cuando hay quienes están dispuestos a hacer actos anticipados de campaña sin respetar las reglas? 

A pesar de lo tedioso, inconveniente e injusto que puede ser posponer un inicio de campaña, se debe acatar a cabalidad el proceso legal.

Porque respetar la institucionalidad en un periodo de procesos viciados en la vida pública, se ha vuelto extraordinario y no la norma.

Desde el partido en el poder estatal y federal no se entendió lo mismo. Y es preocupante porque más de una vez hemos comprobado que, efectivamente, se gobierna como se hace campaña. 

Todavía no suena el disparo de salida y ya hay alguien saliendo en falso a pesar de que todos estamos viendo. Por eso reitero lo importante de la política y el bien. No es un camino para hacerse rico y permanecer a toda costa en el poder. Todo lo contrario, es un honor y responsabilidad que todas las personas que deciden hacer política tienen que cargar. Una losa hecha de la fe de las personas que, a pesar de todo, a pesar de la historia, no se rinden ni se dejan vencer por el discurso rancio de: “Todos son iguales".

Es necesario que cada vez más personas innovadoras se acerquen a la política. Entiendo que sea más fácil alejarse y tratar de prosperar fuera del pantano. Pero, créanme, necesitamos cada vez más de personas que sepan lo que es una vocación, el servicio y la entrega.

Con ellos, los de siempre se van a dar cuenta que no pueden seguir saliéndose con la suya, ni amañando la carrera.

Se van a dar cuenta que cuando en la competencia hay gente realmente buena, ellos no tienen ninguna posibilidad.