Pedro Kumamoto: De huachicol, sacrificios y la exigencia de resultados

La estretegia federal provocó problemas con la distribución de combustibles en varias entidades
La estretegia federal provocó problemas con la distribución de combustibles en varias entidades
Largas filas en las gasolineras.La estretegia federal provocó problemas con la distribución de combustibles en varias entidades
Especial
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Pedro Kumamoto
Excandidato independiente al Senado por Jalisco
2019-01-15 |06:02 Hrs.Actualización06:02 Hrs.

Un amigo salió de trabajar temprano y decidió lanzarse por gasolina. Buscó entre distintas estaciones y eligió una que según rumores sería surtida por una pipa en pocas horas. Los rumores resultaron falsos y mi amigo esperó por más de doce horas en balde. Desesperado y molesto, se empeñó en buscar más estaciones abiertas. Conseguir el combustible le tomó cerca de un día entre filas, noticias falsas y pitazos ciudadanos hasta que lo llevaron a la opción correcta.

Un taxista me confió que en su día de descanso, después de ir a echar “una cascarita nocturna” con sus amigos, todos se lanzaron a hacer fila a la gasolinera. “Llegamos a las doce y media y para las cuatro de la mañana nos surtieron a todos, lo bueno es que íbamos bien equipados con chelas y buen ambiente”, me confió con cierto orgullo. 

Una madre trabajadora que lleva diariamente a sus hijos a la escuela vio al terminar su viernes un medidor que señalaba un tanque casi vacío y se puso de acuerdo con una amiga para acompañarse. No había de otra en su caso, el fin de semana tendría que recargar el tanque para poder hacer frente a los compromisos y retos de su semana. No les fue tan mal como en otros casos, esperaron cuatro horas para poder ser atendidas. 

Esta es una pequeña muestra de cómo ha enfrentado la sociedad mexicana el desabasto de gasolina. En todas estas historias, el papel de la incertidumbre ha jugado un rol central. No sabemos cuándo parará el desabasto, dónde conseguir gasolina, cuándo arribarán las pipas a la ciudad o qué alternativas podríamos tener para hacer frente a esta enorme contingencia. La información oficial ha brillado por su ausencia.

Sin embargo, esos vacíos de información han sido llenados con esfuerzos ciudadanos. Por ejemplo, se ha logrado difundir qué estaciones están en servicio a través de chats en el teléfono, mensajes en redes sociales, aplicaciones o mapas interactivos. También en las redes sociales se han impulsado iniciativas de aventones, movimientos para acompañar a personas que se animan por primera vez a andar en bicicleta por la ciudad (#YoTeCuido) o se han difundido casos de empresas que deciden realizar el trabajo desde el hogar.

No todo es miel sobre hojuelas, pues también se han exacerbado las noticias falsas, la narrativa de odio y en algunos casos incluso el rumor sobre la escasez de alimentos. 

Este desabasto genera legítima y comprensible molestia en la sociedad. En algún momento la estrategia del oficialismo fue desdeñar o minimizar el problema, lo cual no logró más que encono y molestia. El camino debe ser otro, el de hacer una rendición de cuentas constante, información fluida y veraz que nos permita tener la certidumbre que se está combatiendo el huachicol de manera decidida y que se restablecerá el servicio de manera oportuna.

Ya lo han señalado los últimos sondeos de El Financiero, Reforma y de varias casas encuestadoras: las personas en este país aprobamos que se combata este terrible mal, pero queremos a los culpables tras las rejas. Vaya, que valga la pena el sacrificio colectivo para un bien mayor.

Por eso la conferencia de prensa matutina de ayer fue un acierto. Mostró un cambio en la comunicación oficial al dejar de lado la soberbia y al concentrarse en compartir resultados. 

Entre los datos notables se destacó que se han congelado 24 cuentas bancarias y se tienen identificados a 32 contribuyentes sospechosos de participar en el huachicoleo. También se informó que hay 1,700 carpetas de investigación abiertas y que se han logrado recuperar 4.5 millones de barriles del combustible, los cuales se han reintegrado al inventario de Pemex.

Estos son los pasos que muchos buscamos. Rompiendo con la idea de que sólo se puede estar en contra o a favor del huachicol y el desabasto. Muchos queremos un combate frontal al crimen, eficiencia en la logística del traslado del combustible e información veraz que nos permita tomar mejores decisiones.