Pedro Kumamoto: Confianza y elecciones

La semana pasada se llevó a cabo la elección de 650 miembros del Parlamento en el Reino Unido
La semana pasada se llevó a cabo la elección de 650 miembros del Parlamento en el Reino Unido
LA VOTACIÓN.La semana pasada se llevó a cabo la elección de 650 miembros del Parlamento en el Reino Unido
autor
Pedro Kumamoto
Excandidato independiente al Senado por Jalisco
2019-12-17 |06:44 Hrs.Actualización06:44 Hrs.

El pasado jueves me tocó ser testigo del proceso electoral más importante en el Reino Unido: la Elección General, la votación para elegir a las y los 650 miembros del Parlamento, el máximo órgano de representación nacional con un encargo que durará 5 años.

En esta elección para la renovación del poder legislativo, de la cual también se desprenden la elección del Gabinete y del Primer Ministro, participaron 67% de los inscritos, es decir, 47 millones y medio de personas. Además de los votos que se enviaron vía correo postal, una forma muy utilizada y segura para ejercer el voto, el día de la elección las personas pudieron asistir a las casillas desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche.

Sin duda, este proceso electoral tuvo como tema central al acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea, también conocido como “Brexit”, el cual se ha pospuesto durante años en los que se ha generado un proceso de desgaste y polarización en la sociedad británica. 

Los resultados para la Cámara de los Comunes permiten inferir que hay un respaldo social para salir de la Unión Europea. Los Conservadores, quienes tenían como lema “Hacer que el Brexit suceda”, recibieron 365 asientos. Esto que significa que alcanzaron mayoría absoluta y control sobre el Parlamento con 56% de los asientos. Los Laboristas, por su parte, lograron 202 asientos, es decir, 31% de la Cámara, un retroceso de 60 representantes frente a lo que obtuvieron en las últimas elecciones.

Aunque en términos generales la población británica quiere un acuerdo de salida de la Unión Europea, también es cierto que hay regiones de Reino Unido que no están dispuestas a dejar Europa. El Partido Nacional Escocés, el cual logró arrasar en Escocia y quedarse con 7% del Parlamento, ha dejado muy clara su postura en contra el Brexit. Con este rechazo contundente por parte de los habitantes de esta región, es de esperarse que existirá mucha atención sobre lo que sucederá en el referéndum de permanencia en la Unión Europa que se celebrará el próximo año en Escocia.

Como extranjero fue sumamente interesante presenciar estas elecciones por varios motivos, pero si tuviera que remarcar solo uno sería el papel central que tiene la confianza de la población en este proceso. Tanto los electores como las instituciones participan en la elección pensando en que los rivales se apegarán a la legalidad. Para muestra, algunas postales.

Durante la jornada electoral se vive un ambiente de calma y son realmente pocos los altercados relacionados con las votaciones. Las boletas son transportadas sin muchos sobresaltos a los centros municipales de escrutinio en donde se realiza la labor de conteo; las urnas son movidas por cientos de voluntarios y la apertura de los paquetes electorales se da en total calma.

Otro ejemplo en donde se puede percibir la confianza generalizada es el sistema de voto por “proxy”, el cual significa que puedes asignar a alguien de tu confianza para que vaya a votar en tu nombre. Creer que alguien malversará esta delegación de voto es simplemente impensable. 

Los resultados, sin importar que sean benéficos o no para un partido, suelen ser respetados y reconocidos con gran rapidez. En 2017, por ejemplo, existió un caso icónico en North East Fife, un distrito de Escocia en donde lo que definió quién obtendría el asiento en el Parlamento fue la diferencia de dos votos entre los dos candidatos punteros. 

De ese tamaño es el respeto por los resultados y la confianza en la honestidad de la otra persona. ¿Qué tendría que suceder en nuestro país para poder lograr estas instituciones? ¿Qué reformas son necesarias para que se confíe en el actuar de los demás? ¿Es posible construir una democracia más cercana, austera y confiable? 

Seguro que todas estas preguntas no tienen respuestas simples. Todas pasan por cambios de muchas dimensiones, tanto legales, como institucionales y culturales. Por eso creo que es importante compartir esta experiencia, para tratar de responder en colectivo.

Después de haber atestiguado una elección fuera de mi tierra me quedan muchas preguntas, pero sin duda también queda el deseo de construir otra democracia para nuestro país. Estoy seguro que sí es posible.