Pablo Hiriart: Histeria contra los independientes

Los partidos políticos ven como un peligro a los candidatos independientes
Los partidos políticos ven como un peligro a los candidatos independientes
'Amenaza'.Los partidos políticos ven como un peligro a los candidatos independientes
Cuartoscuro
autor
Pablo Hiriart
Periodista
2017-10-10 |07:57 Hrs.Actualización07:57 Hrs.

Algo sucede entre comentaristas, medios e intelectuales que hace unos meses tenían fobia por la “partidocracia” y hoy, de pronto, la tienen contra los independientes.

Acusan a los independientes de quitarle votos a AMLO y al Frente de PAN-PRD y MC.

Candidatos independientes, no estorben a Dante Delgado, a Ricardo Anaya y a Alejandra Barrales, señalan los que se presentaban como ángeles exterminadores de la partidocracia.

Hubo medios y comentaristas que llevaron al Bronco al gobierno de Nuevo León y ahora que se inscribió como candidato independiente a la Presidencia nos dicen que es un payaso boquiflojo. 

Cuando en su campaña el Bronco dijo que había “guacareado” su priismo, se lo festejaron, lo justificaron por “campirano”, y siguió el apoyo. 

Y ahora que va por la Presidencia y dice lo mismo, entonces es un corriente y un vulgar (claro que lo es, antes y ahora). 

Le quita votos a López Obrador, tal vez. Capta votos que deberían ir a Anaya, quizá.

Ahora que Margarita Zavala renunció al partido en que había militado toda su vida y tomó la vía independiente, es una “oportunista” y una “ardida”.

Resulta que, en la retórica de estos días, abandonar un partido porque su burocracia y los intereses creados impiden que fluyan las carreras políticas y tomar la vía independiente resulta condenable.

Y lo condenan los que lucharon porque en México se legalizaran las candidaturas independientes.

¿Qué pasa? ¿Por qué los cambios tan bruscos? 

Nada les embona, diría el clásico.

Están furiosos porque algunos independientes le van a quitar votos a López Obrador. O porque le van a quitar votos al Frente de Anaya, Barrales y Dante Delgado.

Por supuesto que van a tomar votos de las opciones partidistas, de eso se trataba, de abrir el abanico más allá de los partidos.

Ya los fanáticos de Morena escriben (John Ackerman, La Jornada de ayer lunes), que Zavala va a conseguir las 865 mil firmas para su registro, pues “podrá minar el Registro Federal de Electores y las listas de beneficiarios de programas sociales para inflar artificialmente sus apoyos. También contará con la complicidad del INE y el TEPJF para hacer una revisión laxa de estas listas fabricadas”. ¿Así o más histéricos?

No sólo satanizan a los independientes, sino que los acusan anticipadamente de fraude. Tiemblan de miedo porque ahora descubren que los independientes pueden perjudicarlos.

Las caricaturas virulentas incluyen a Pedro Ferriz porque podría favorecer al PRI, pues le restaría votos a… López Obrador. Pura histeria. 

A María de Jesús Patricio Martínez, la candidata presidencial del zapatismo, también le llueve, desde el flanco lopezobradorista, aunque le conceden que “aparentemente” no cuenta con el mismo patrocinio que los otros candidatos sin partido (otra vez Ackerman). Sólo será buena si su candidatura es “meramente simbólica, que no buscan votos”.

Quienes ahora sostienen que los independientes son instrumentos peligrosos pues pueden hacer ganar al PRI, olvidan dos cosas.

Una, que en una carrera parejera la opción del PRI es mejor que la de AMLO. Cualquiera de los precandidatos priistas es muy superior en todos los aspectos a López Obrador.

El país va a cambiar gane quien gane, el PRI, el Frente, AMLO, Margarita… Eso no tiene vuelta de hoja. Vienen transformaciones profundas, que ya impulsa la sociedad, y es mejor que los haga un priista preparado a un fósil admirador de marxistas setenteros que fracasaron.

Dos: si querían evitar el escenario de tener que elegir entre las dos opciones más repudiadas por la población, el PRI y AMLO, no debieron haber inflado al Bronco en Nuevo León, como lo hicieron.

Y jamás tendrían que haber permitido que el PAN se rompiera en manos de un ambicioso, pues la agraviada tenía la alternativa de ir como independiente, que le confiere la ley.