Nuevas ideas: La guerra por el segundo lugar

Mientras Anaya y Meade pelean por el segundo lugar, AMLO disfruta en la cima de las encuestas
Mientras Anaya y Meade pelean por el segundo lugar, AMLO disfruta en la cima de las encuestas
Aspirantes.Mientras Anaya y Meade pelean por el segundo lugar, AMLO disfruta en la cima de las encuestas
Especial
autor
Julio González
Periodista, productor y profesor universitario
2018-03-09 |17:14 Hrs.Actualización17:26 Hrs.
SOBRE NUEVAS IDEAS

Nación321 quiere conocer y dar a conocer qué piensan los ciudadanos en México. Con este fin abrimos NUEVAS IDEAS, un espacio para que escriban sus puntos de vista sobre la realidad que vive nuestro país. Hoy escribe Julio González

Más allá del grado de simpatía o desagrado hacia el candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, la persecución por parte del gobierno federal hacia el panista es digna de análisis.

Podemos pensar que para esta elección se perfilan dos bloques de votantes: el anti-PRI y el anti-López Obrador.  El primero puede darle su voto a Anaya o al candidato de Morena; el segundo a José Antonio Meade o al panista, que a su vez representa una suerte de antítesis de Andrés Manuel.

Desde el inicio de las precampañas, Ricardo Anaya parece haberle apostado a ganarse el voto anti-López Obrador. El spot conocido por la expresión “is insulting and unacceptable” abre con una frase contundente: “ese PRI corrupto que le ha fallado a México se tiene que ir”. Según los números de la agencia Parametria, dicha campaña la recuerdan 9 de cada 10 mexicanos. Además, en reiteradas declaraciones públicas se refirió al priismo y a su entonces precandidato como actores importantes en la trama corrupta del país.

Por otra parte, el candidato del priismo, José Antonio Meade, cayó en las preferencias y no levanta, tal y como indican algunas encuestas. Según el barómetro de Bloomberg López Obrador registra 40.3 puntos de la intención efectiva de voto; Anaya 31.4 y Meade 19.3. Ante tal escenario, en este proceso por la lucha del poder, “los rudos” comenzaron a utilizar sus artimañas en el cuadrilátero electoral.

Su –posible– estrategia contiene perfilan diversos objetivos: desviar la atención de la agenda en contra del gobierno federal ante los escándalos de desvío de recursos públicos, observados por la Auditoria Superior de la Federación (ASF); incluir a Ricardo Anaya en la lista de los corruptos e incluso que se le recuerde como delincuente; que el voto anti-López Obrador (el que prefiere al PAN y el de los que aún temen a “ya saben quién”) se disponga pronto a votar por Meade para que la contienda sea entre dos.

El problema de la estrategia son las formas. El gobierno federal a través de la Procuraduría General de la República (PGR) y la Sistema de Administración Tributaria (SAT) tuvieron que entrarle a la trama de la comisión de un presunto delito de “lavado de dinero” por parte del panista.

El SAT actúo más rápido que en otras ocasiones e incluyó a la firma Manhattan Master Plant Development en su lista de “empresas fantasma”, involucrada en el escándalo de la presunta ilegalidad por la compra de la nave industrial por la que se le acusa de haber “lavado dinero” en dicha negociación.

Por su parte, la PGR difundió un video de la visita del panista a las instalaciones para exigirle a la Procuraduría que le aclarara la acusación ya mencionada. En el material audiovisual se escuchó a un hombre decirle “hijos de puta” a las autoridades. Luego se supo que el autor de las palabras fue Diego Fernández de Cevallos. Y la procuraduría argumentó que hizo pública la videograbación por ser de “interés público”. ¿Alguien les cree?

Estamos en medio del proceso electoral. Todavía no inician formalmente las campañas, pero sí la guerra en la que los políticos se atacan con todo. Mientras Meade y Anaya luchan por mantenerse de pie en cada batalla, López Obrador los mira desde la cima de las encuestas y se dedica a reclutar a personajes de dudosa reputación. Al mismo tiempo que los estrategas del PRI buscan desprestigiar al candidato del Frente y éste intenta defenderse. Todo con tal de ganar… el segundo lugar antes de que sea demasiado tarde.