Lourdes Mendoza: Quién sonrió, se enojó y se desvaneció en San Ildefonso

Pedro Sánchez, presidente de España, hizo una vista de Estado para reforzar lazos comerciales con México
Pedro Sánchez, presidente de España, hizo una vista de Estado para reforzar lazos comerciales con México
Visita.Pedro Sánchez, presidente de España, hizo una vista de Estado para reforzar lazos comerciales con México
Presidencia
autor
Lourdes Mendoza
Columnista
2019-02-06 |07:51 Hrs.Actualización07:51 Hrs.

Hoy les traigo todos los pormenores y una que otra grilla política y empresarial de la comida que el presidente Andrés Manuel López Obrador le ofreció al presidente de España, Pedro Sánchez, en San Ildefonso. 

De entrada, les cuento que al canciller Marcelo Ebrard el numerito le salió muy bien, una vez más. Que la comida fue bastante exclusiva, sólo asistimos 109 invitados; entre los más puntuales figuraron el subsecretario Jesús Seade, quien llegó con bastón, peeeero porque estaba recién operado de la rodilla. Hace cinco años se cayó y trató de evitar a toda costa entrar al quirófano, pero al final fue imposible. 

Así como el embajador Bernardo Sepúlveda Amor, quien muy orgullosamente portaba en la solapa de su saco el premio Príncipe de Asturias, que le otorgó el Rey Juan Carlos por los trabajos de pacificación en Centroamérica, por Contadora, en 1984. Obvio, ahí también estaba, y en la mesa principal, Valentín Diez, platicando muy animadamente con Pancho González papá, y con José María Álvarez, “tú las traes”, de Telefónica España.

También fueron convocados Bernardo Gómez y Olegario Vázquez Raña, quienes, sin temor a equivocarme, fueron los que más chismearon y se rieron. Ah, y hoy deben estar felices, pues le iban a los Patriotas. Ante mi provocación de irle a los Rams, me dijeron: “NO hay manera de que Brady pierda”. Pero la perfección no existe, repliqué. Y casi al unísono contestaron: “Brady es perfecto y va a ganar”.

Y mientras platicábamos del americano, nos percatamos que una persona se había desvanecido y la sacaban en camilla. Para los morbosos, les aclaro que No era ningún miembro del gabinete, ni tampoco un tenedor de bonos de Pemex, ni algún representante de OHL –NO fueron invitados al convivio–, sino el empresario español José Lladó, fundador y presidente de la empresa de construcción Técnicas Reunidas, de 85 años, y quien es uno de los hombres más ricos de España. El primero en auxiliarlo fue Juan Ramón de la Fuente y nos contó que él creía que le había dado un microinfarto por ser hipertenso, de edad avanzada y que apenas un día antes llegó a la CDMX.

Siguiendo con los pormenores, Martí Batres estaba feliz de estar sentado junto a AMLO; que sorprendió que Monreal no asistiera al igual que el presidente de los Diputados, Muñoz Ledo. Que Napoléon Gómez Urrutia y Jiménez Espriú estuvieron muy saludadores. Quien estaba de pésimo humor, pregunte y pregunte a qué hora iniciaría el evento porque se tenía que ir, fue la secretaria de Economía, Graciela Márquez. Que Lázaro Cárdenas, coordinador de asesores del Presidente; Luisa Alcalde, secretaria del Trabajo, y Rodrigo Rojas, titular del Conocer, no dejaron de platicar del proyecto Jóvenes Construyendo el Futuro. Si vieran qué buen abrazo se dieron Miguel Alemán Magnani y Beatriz Paredes. El ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, estuvo muy solicitado. De gobernadores sólo estuvo Claudia Pavlovich.

El banquete lo sirvió espléndidamente la reconocida chef Elena Reygadas y consistió en: callo de hacha, mole de hoja santa y tamal de quelites. Para el plato fuerte se ofreció lobina con piña, chile cascabel y xoconostle. Para quienes me preguntan si es cierto que en la 4T no sirven bebidas alcohólicas, déjenme aclararles que ¡es cierto! Los dispendios y sobreprecios que se pagaron en el sexenio de EPN a una empresa de banquetes y a una de flores, ya no existen. De hecho, cada comida la servirá un chef diferente.



El chisme del evento no fue la blusa con escote de espalda completa que traía la secretaria del Trabajo, sino que Daniel Chávez no podía creer dónde lo habían sentado, lejos, muy lejos de AMLO, de quien se dice su gurú, sensei y mejor amigo. De hecho, por casi la hora completa de la espera no dejó de revisar los personificadores y hasta los acomodó como mejor le pareció. Por cierto, y aunque nos citaron a las 2:00, la comida comenzó 3:30 y terminó 4:40. De los primeros en irse fueron Carlos Urzúa y Claudia Sheinbaum.

Y ya para cerrar esta crónica, les puedo contar que Ebrard dijo que la agenda progresista entre ambos países se reforzará.