Juan Ignacio Zavala: Oposición, decisiones en el camino

Hace gala de su desprecio por otras personas que tienen preferencias sexuales distintas
Hace gala de su desprecio por otras personas que tienen preferencias sexuales distintas
Gabriel Quadri.Hace gala de su desprecio por otras personas que tienen preferencias sexuales distintas
Cuartoscuro
autor
Juan Ignacio Zavala
Consultor en comunicación
2022-04-04 |07:13 Hrs.Actualización07:13 Hrs.


Hacer oposición –entendida como la que se hace en un partido político– es una tarea constante. Requiere no solamente de inteligencia, visión, disciplina, creatividad, arrojo y sentido de la oportunidad, entre otras cosas. Hay muchas que se entrelazan, otras que se suplen o complementan, pero quizá la que sostiene a casi todas es la disciplina. Hay gran cantidad de ejemplos en los que tiene más éxito un tipo muy disciplinado que uno muy inteligente.

La disciplina sirve también para no desviarse de los mensajes que se deben dar, no dar concesiones a los adversarios, evitar el ridículo y cosas por el estilo. Por supuesto, con partidos en descomposición es muy difícil imponer la disciplina o siquiera tener la idea de pertenecer a un equipo que represente algo. Si bien es cierto que las individualidades son necesarias en ocasiones, deben ser sacrificadas por el bien mayor.

Estos comentarios vienen al caso por lo sucedido la semana pasada. Es claro que estamos en un momento en que las oposiciones tienen que empezar a tomar definiciones. 

En un año estaremos ya entrados en las campañas de 2024, así que queda poco tiempo para las equivocaciones y los disparates a las que se han dedicado las oposiciones institucionales casi todo el tiempo en el último trienio. 

Ya el viernes hablamos en este espacio de la irresponsabilidad de senadores que se ausentaron de una votación de manera lamentable. No terminaba eso cuando el diputado Gabriel Quadri hacía gala de su desprecio por otras personas que tienen preferencias sexuales distintas a la de él. 

El diputado Quadri pertenece a la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, aunque no milita en ese partido. La burla pública que hizo en forma de chiste estúpido –llamó “señor” a una mujer– fue una agresión inaceptable. Tan es así que desató un zafarrancho en la cámara que terminó en otra agresión de diputadas de Morena a Santiago Creel, que fue jaloneado de manera violenta y levantado de su curul. La diputada ofendida por Quadri y agresora de Creel ofreció disculpas al día siguiente por su conducta. El señor Quadri sigue arropado por el PAN, ¿por qué y para qué?

El caso Quadri pone en evidencia a una incapaz y temerosa dirigencia del PAN para tomar medidas disciplinarias ya no sólo con sus militantes, sino incluso con quienes no lo son y le abonan desprestigio como es el tema con el señor –ese sí– Quadri. Quizás el panismo no se quiere definir respecto de quienes optan por ser transgénero, pero eso no tiene nada que ver con uno de sus postulados básicos, que es el respeto a la dignidad de las personas, lo cual el diputado Quadri violentó de manera notoria. No es la primera vez que los comentarios de este individuo llaman la atención por ser abiertamente clasistas y fuera de tono. El PAN debió haberlo sacado de su bancada de inmediato no sólo como una medida de repudio a ese tipo de comentarios en política y en representación del partido, también para ir formando un equipo con objetivos claros y personas presentables.

Cierto que en la oposición contra AMLO a veces se disculpa todo: desde fortunas y desmanes hasta haber sido cercano y favorecido por el propio López Obrador hace apenas tres años. Es parte de la polarización. Pero esa no puede ser la decisión de los partidos opositores, que tienen que mostrar el camino certero por el que se debe transitar. Los partidos se deben asumir como lo que son: entidades de interés público y no basureros ideológicos o receptáculos de carreras y ambiciones frustradas. Es tiempo de prepararse.