Juan Ignacio Zavala: Definiciones

En una entrevista, Lilly Téllez se definió como una política de derecha
En una entrevista, Lilly Téllez se definió como una política de derecha
La senadora.En una entrevista, Lilly Téllez se definió como una política de derecha
Cuartoscuro
autor
Juan Ignacio Zavala
Consultor en comunicación
2022-12-12 |06:52 Hrs.Actualización06:52 Hrs.

En México y en varios países se ha desarrollado una distancia cada vez mayor entre la clase política, la clase gobernante y los ciudadanos. Nuestra clase política normalmente ha sido temerosa de definirse con claridad. Le asustan las críticas de los medios en los que la mayoría de los que trabajan y publican tiene una orientación de izquierda. Nuestra clase política gusta de declarase de izquierda, de centro-izquierda; evita las definiciones de los lados, le da miedo la palabra conservador –tan usada por el ultraconservador del presidente López Obrador– y la palabra “derecha”. Incluso en el PAN, un partido de derecha, siempre les ha dado miedo decir que eso son. Sienten que decir de derecha es decir ultra. A la mayoría de nuestros políticos le da miedo la definición.

Esto es curioso en un país como el nuestro, que es de derecha y conservador en muchos aspectos. Si hacemos caso a las definiciones de nuestros políticos, somos entonces un país de derecha con la mayoría de sus políticos de izquierda o centro-izquierda, sin importar si son del PAN o del PRI, del PRD o de Morena. Esto es herencia del pasado reciente en el que declararse progre era definirse como moderno y ser de derecha era pertenecer al siglo 19, ser ultracatólico, esclavista, banquero y cosas por el estilo. Hoy en día el mundo electoral está girando hacia otro tipo de definiciones y la derecha, asumida como lo que es, ha ganado espacios en muchos lados. También se abren paso candidatos outsiders, que no tienen prejuicios intelectuales para definirse sobre determinadas situaciones que resultan espinosas para los que tienen ínfulas de pensadores. Claro, hay países en los que sus condiciones han generado derechas radicales muy preocupantes. El populismo imperante tiene más representantes de derecha que de otro lado.

La semana pasada, en una entrevista en El País, la senadora Lilly Téllez se definió como una política de derecha. Se agradece la definición. Téllez habla sin miedo al prejuicio. También se dijo inspirada por Hernán Cortés –personaje satanizado de nuestra historia– y Margaret Tatcher, otro personaje demonizado. Puede no gustar a muchos esas definiciones, pero a mí me parecen frescas, claras y hasta novedosas. Todos nuestros políticos dicen que los inspiran Juárez, Zapata, Madero. Son una flojera, siempre con lo mismo. Es una manera de huir de las definiciones, de referentes reales. López Obrador se siente Benito Juárez, pero le encanta hablar de Benito Mussolini; critica a los conservadores, pero es alguien profundamente conservador. Téllez se asume con claridad para que nadie se llame a engaño de que se sentían como Madero, pero salieron como Díaz Ordaz.

Más aspirantes también se han definido. En entrevista en El País, Claudia Ruiz Massieu, expresidenta del PRI y también senadora, se definió como “100% de centro-izquierda”; en Reforma, en una entrevista, Silvano Aureoles dice que hay que ir tras “la conquista de centro-izquierda”; Ricardo Monreal se siente de izquierda; Marcelo Ebrard se dice de izquierda; Claudia Sheinbaum es de izquierda. Total, que candidatos de izquierda pululan en un país de derecha.

Estos tiempos son de definiciones. Los de derecha tenemos en Lilly Téllez una candidata que se asume como tal. Desde ahí comienza la claridad, la certeza: no tenerle miedo a las palabras.

Incluso en el PAN, un partido de derecha, siempre les ha dado miedo decir que eso son