Juan Ignacio Zavala: Cuarto informe

EL Presidente dio su informe, por su cuarto año de gobierno
EL Presidente dio su informe, por su cuarto año de gobierno
López Obrador.EL Presidente dio su informe, por su cuarto año de gobierno
Cuartoscuro
autor
Juan Ignacio Zavala
Consultor en comunicación
2022-09-02 |07:14 Hrs.Actualización07:14 Hrs.


Mexicanas y mexicanos: les voy a dar este informe que ya hasta perdí la cuenta de cuántos llevo. Es de queeee vamos muy bien, o sea, estamos transformando todo, todo, absolutamente todo. Lo que estaba de pie ya lo tiramos; lo que estaba tirado lo hemos pulverizado. O sea, de que no estamos dejando piedra sobre piedra, como se destruían antes los templos, así estamos acabando con el templo neoliberal que tanto daño hizo al país.

Los conservadores se quejan de que no construimos, que nada más estamos acabando con lo que ellos hicieron con su mente perversa y malévola, pero es de queeee… no se puede construir mientras destruyes, o sea, o haces una cosa o haces la otra, no hay de que somos multitareas o como le dicen los de... cómo se llamaaa… ése de que juegan en la tele… ah sí, el Nintendo. Es de que tiene que quedar muy claro, la primera fase es la de acabar con el mal, con la estructura gigantesca de los satánicos conservadores. Ya vendrá el tiempo de construir, pero debemos primero arrancar el mal de raíz, como dice la Biblia. Yo soy un gran admirador de Cristo, o sea, nos parecemos muchísimo. A él lo persiguieron, lo espiaban, como a mí los malditos conservadores, los que no querían el cambio, a él, los romanos que eran así como Salinas y Calderón juntos.

Son ya cuatro años de logros. Hemos desaparecido un aeropuerto nuevo y hemos casi colapsado otro e hicimos uno más en el que hay kermeses, tocadas y rifas; no hay aviones, pero es un espacio para el pueblo, no para los fifís. También acabamos con la corrupción en el sistema de reparto de medicinas. De hecho, fuimos más allá, y logramos desaparecer el sistema, o sea, ya no hay corrupción ni sistema ni reparto ni nada. Cortamos de raíz ese engendro de robadera y saqueo. Los hipócritas quieren establecerlo de nuevo, pero ya lo haremos con el Ejército, para que lleguen a todos lados las medicinas. Ya verán cómo el año que entra sí vamos a estar como en Dinamarca. Me encanta muchísimo ese país. Nunca he ido, pero dicen de que está muy bien.

La austeridad ha sido mi guía; atrás cavaron los excesos. Tamales y tlayudas nunca serán muchas, así que eso no es problema. Hemos recortado los gastos de todo. Estamos a punto ya ni de pagar sueldos, porque son una cosa superflua. A los tramposos de la derecha les encantan los sueldos, la chequera, el ahorro egoísta y ambicioso. Nada como la pobreza digna. Gracias a nuestro gobierno transformador avanzamos en fomentar la dignidad de las personas, el humanismo total. Muy pronto todos los mexicanos tendrán nada más un par de zapatos y 200 pesos en la cartera, y es que no se necesita más, para qué lo superfluo, no hay mejor herencia que la honra, pregúntenle a Bartlett.

En el mundo nos respetan. Ya saben que no somos colonia, o sea, de que ya no pueden venir a robar aquí como en el pasado. Particularmente los españoles. Cómo los odio, y es de que no nos piden perdón, o sea, se llevaron el oro y las maderas, ahora el gas y eso con los de Iberdrola, se roban todo, hasta los de El País andan aquí difundiendo mentiras. Pero allá ellos que no piden perdón. No nos vamos a dejar. También le reclamamos a los austriacos, como de que no, si se llevaron hace siglos el penacho de Moctezuma, que no es suyo, es claro que era de Moctezuma, ¿no? Moctezuma es de aquí, Mozart es de allá. Si tuviéramos el piano de Mozart pus se los dábamos, pus entons que nos den el penacho. Con los gringos también a raya, que no se pasen porque ante todos somos soberanos, y ya se las vamos a cantar derecho en unos días.

Como ven, hemos avanzado. Pero todavía nos falta mucho por destruir. Todavía está la Catedral, muchas líneas del Metro, la UNAM sigue en pie a pesar de ser instrumento vil de la derecha... en fin, que no nos ha dado el tiempo y eso que empezamos desde temprano con el programa más grande de devastación de la historia mexicana.

¡Viva yo! ¡Viva Juárez!