Enrique Quintana: Ómicron infecta también a la inflación

La pandemia no solo hace estragos en la salud, también en la economía del mundo
La pandemia no solo hace estragos en la salud, también en la economía del mundo
Inflación.La pandemia no solo hace estragos en la salud, también en la economía del mundo
Cuartoscuro.
autor
Enrique Quintana
Director General Editorial de El Financiero.
2022-01-04 |08:53 Hrs.Actualización08:52 Hrs.

Una de las amenazas que trae consigo la difusión de la variante ómicron, la virtual ‘nueva pandemia’ de la que le hablaba el día de ayer, tiene que ver con el riesgo de inflación en 2022.

¿Cómo le podría pegar el virus a los precios al consumidor?

La clave para entender esta causalidad se encuentra en China, justamente en la nación en la cual aparecieron los primeros casos de covid-19 hace poco más de dos años.

En su tradicional análisis sobre las perspectivas para 2022 que realiza el Grupo Eurasia, dirigido por Ian Bremmer, se puso sobre la mesa el día de ayer este elemento.

Para entenderlo, hay que considerar la estrategia del gobierno chino para hacerle frente a la pandemia, que es conocida como “cero covid”.

En 2020 esta estrategia resultó altamente exitosa, pues a pesar de haber sido el país de origen de esta enfermedad, China fue el primero en lograr contenerla.

Para China, el pico de la pandemia se alcanzó a mediados de febrero del 2020 con poco más de 4 mil contagios diarios.

En virtud de una estricta política de confinamientos, hacia mediados de marzo, los contagios eran ya solo de algunas docenas.

El efecto fue que, mientras otras economías se derrumbaron en 2020, la de China logró crecer en 2.3 por ciento.

Sin embargo, la variante ómicron puede cambiar radicalmente las cosas este año.

Hoy ya se sabe que se trata de uno de los virus de mayor transmisibilidad que se tengan registrados, de acuerdo algunos expertos, incluso por arriba del virus del sarampión, que era hasta el momento el de más rápida difusión.

Esto quiere decir que va a ser muy difícil impedir que haya contagios entre la población.

La defensa más adecuada para esta nueva ola es la vacunación. Ya sabemos también que, en términos generales, la gravedad de la enfermedad resulta mucho menor entre población vacunada con esquemas completos y específicamente entre quienes recibieron vacunas con tecnología de RNA mensajero (Pfizer y Moderna). Y más todavía entre quienes han recibido una dosis de refuerzo.

En el caso de China, se tiene un doble problema. Por un lado, prácticamente ninguna vacuna de las que se han aplicado en ese país es de ese tipo, lo que impide que se limite con eficacia el riesgo de contagio.

Por otro, al continuar con la estrategia de “cero covid” se está conduciendo a que regresen los confinamientos a una escala peligrosa para el mundo.

El caso más reciente es el de la ciudad de Xi’an, famosa por sus guerreros de terracota, en el norte de China, en donde, por un brote de algunos cientos de personas, está en confinamiento completo.

Esta zona urbana tiene 13 millones de habitantes y se considera que el confinamiento que cumple ya 13 días, es el mayor desde el de Wuhan en las primeras semanas de 2020.

Por la velocidad de contagio de esta variante, es probable que los brotes sigan apareciendo en diferentes puntos de esa nación.

De proseguir la política de ‘cero covid’, es también factible que veamos otros cierres en puntos que son estratégicos para el comercio internacional.

No se ha regularizado hasta este momento la cadena de suministro a escala global y sigue habiendo retrasos en las entregas e incrementos en los costos del transporte marítimo.

Si en los próximos meses, como producto de la aceleración de los contagios en China y de la aparición de nuevos confinamientos, vuelven a generarse mayores atrasos, la problemática de la inflación derivada de mayores costos de distintos tipos de bienes va a agravarse.

Los escenarios que consideraban que la inflación podría bajar pronto a partir del acomodo de la oferta y la demanda tras la crisis de suministro que vimos el año pasado, no contaban con esta nueva circunstancia.

Así que, además de los riesgos que ya se tenían contemplados, la presencia de ómicron, puede dar lugar a un mayor incremento de los costos y a presiones más prolongadas sobre los precios finales.

Si quería usted olvidarse de los efectos económicos de la pandemia, lo siento, van a seguir presentes en el curso de este año.