Enrique Quintana: Las cifras del terror

Un grupo de personas, que usan ropa protectora, llevan el cuerpo de una víctima que murió de coronavirus
Un grupo de personas, que usan ropa protectora, llevan el cuerpo de una víctima que murió de coronavirus
En Teherán, Irán.Un grupo de personas, que usan ropa protectora, llevan el cuerpo de una víctima que murió de coronavirus
AP
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Enrique Quintana
Director General Editorial de El Financiero.
2020-04-02 |07:36 Hrs.Actualización07:36 Hrs.

Con el mes de abril empiezan los datos del terror. Se trata tanto de cifras en materia de salud como de información económica.

De las primeras, hay que señalar que todo indica que el día de hoy, 2 de abril, llegaremos al millón de casos de Covid-19 en el mundo.

El 6 de marzo, hace menos de un mes, estábamos en 100 mil. Rebasamos los 200 mil 12 días después, el 18 de marzo. Los 300 mil se alcanzaron apenas 3 días adelante, el 21 de marzo. Pasaron otros tres días y el 24 de marzo llegamos a 400 mil. Los 500 mil se alcanzaron dos días después, el 26 de marzo y los 600 mil llegaron el 28 de marzo. Apenas un día después llegamos a 700 mil y el umbral de los 800 mil fue alcanzado el 31 de marzo. Ayer, 1 de abril, alcanzamos los 900 mil.

Hoy habrá más de un millón de casos registrados y llegaremos también a la cifra de 50 mil muertos.

En los próximos días, se adicionarán probablemente más de 100 mil nuevos casos cada día.

La ONU ya refirió de que estamos frente al mayor desafío que haya tenido el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

Y, con todo y esto, es increíble que haya personas que señalen que todo esto es una exageración.

En México hoy tenemos 1 mil 378 casos y 37 fallecidos. Más allá de que pueda existir una subestimación en estas cifras, la realidad es que apenas estamos entrando en la fase más crítica.

Ojalá sea de cuatro semanas, como refirió la autoridad, pero sabemos que bien podrían ser más y que enfrentaremos una crisis sin precedentes en la que hay riesgo de que se colapse el sistema hospitalario.

Pero, además de las cifras en materia de salud, también enfrentamos un desastre económico en el mundo.

Ya hay algunas cifras de China, el primer país afectado. El valor agregado de la industria cayó 13.5 por ciento en febrero. La inversión retrocedió en ese mes en 24.5 por ciento y sus exportaciones, vitales para el mundo entero, cayeron en 17.2 por ciento.

Todo indica que China logró que su recesión fuera profunda, pero con un rebote muy rápido. Por ejemplo, el indicador de pedidos manufactureros de febrero cayó 31 por ciento, pero se recuperó en 45 por ciento en marzo y quedó al mismo nivel que enero.

Me temo, sin embargo, que China va a ser el único país capaz de tener esta recesión en ‘V’.

En Estados Unidos, por ejemplo, las cosas no se ven nada sencillas. Ayer se dio a conocer el índice de pedidos manufactureros, que ya ubica a la industria de Estados Unidos en zona de contracción, ubicándose en su nivel más bajo desde 2009.

Las solicitudes de apoyo por desempleo crecieron la semana pasada en más de 10 veces y alcanzaron un récord histórico.

En México, el indicador de pedidos de la manufactura llegó en marzo a su nivel más bajo desde 2009.

Hoy se darán a conocer las cifras de ventas de autos en marzo y se espera que el desplome sea inédito, de infarto.

Vamos a tener que acostumbrarnos a que las cifras que se van a ir revelando en los siguientes días van a corresponder a la peor crisis económica de los tiempos modernos.

Ojalá que las de terror en nuestro país sean solo las cifras económicas y no las de salud.

Sin embargo, me temo que las inconsistencias en el mensaje oficial y la percepción de algunos de que la crisis sanitaria es una exageración podrían producir en nuestro país un problema de salud que aún ni siquiera atisbamos.

Le reitero lo que le he dicho hasta el cansancio: ojalá esté equivocado.