Enrique Quintana: Caso Monreal: ¿harakiri de AMLO?

AMLO acompañó a Ricardo Monreal en la campaña para la delegación Cuauhtémoc, cuando todo era felicidad ente ambos políticos
AMLO acompañó a Ricardo Monreal en la campaña para la delegación Cuauhtémoc, cuando todo era felicidad ente ambos políticos
¿Ruptura?AMLO acompañó a Ricardo Monreal en la campaña para la delegación Cuauhtémoc, cuando todo era felicidad ente ambos políticos
Cuartoscuro
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Enrique Quintana
Director General Editorial de El Financiero.
2017-08-31 |07:09 Hrs.Actualización07:09 Hrs.

Andrés Manuel López Obrador tiene un gran enemigo. No es Carlos Salinas ni Felipe Calderón. Tampoco es Miguel Ángel Mancera y menos aún el presidente Enrique Peña.

Se trata de ¡él mismo!

Muchos de los que lo conocen o quienes han seguido cercanamente a AMLO están esperanzados o temen (según el caso) que repita la historia y que su temperamento lo lleve a desbarrancarse en la carrera presidencial que hoy encabeza.

El ejemplo de lo que puede suceder es el caso Monreal.

Desde hace un par de años, en una entrevista que tuvimos en El Financiero con el delegado en Cuauhtémoc, refirió, sin ambages, que su interés era convertirse en candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México por parte de Morena.

Haber sido coordinador de campaña y vocero; ser el delegado de la demarcación que incluye el Centro Histórico de la Ciudad; y ser uno de los políticos del más alto perfil de Morena, parecía colocar a Monreal como el más serio prospecto para ser el candidato a la Jefatura de Gobierno por Morena.

Como ya es sabido, la presunta encuesta dijo que no. Que quien ganaba era Claudia Sheinbaum.

Esa decisión, si no se rectifica, como ayer pidió Monreal, podría constarle varios cientos de miles de votos a Morena.

Los careos considerados en la encuesta más reciente de El Financiero señalan que, con Monreal como candidato, Morena obtendría el 38 por ciento de los votos emitidos.

Si la candidata fuera Sheinbaum y Monreal contendiera como independiente, ese porcentaje bajaría a 29%, aunque aún en ese caso ganaría Morena.

Considerando una lista nominal de 86.6 millones de electores y una tasa nacional de participación de 50% a escala nacional y de 60% en la CDMX, los escenarios podrían ponerse como sigue:

Monreal, como candidato de Morena, obtendría en la CDMX: 1 millón 710 mil votos.

La votación para Sheinbaum, si Monreal compitiera como independiente, sería de 1 millón 300 mil votos.

Y, esa diferencia de poco más de 400 mil votos podría darse en un escenario en el que Monreal va como independiente.

Es muy probable (aunque no lo hemos cuantificado) que si, por ejemplo, encabezara un frente de partidos, pudiera obtener un porcentaje mayor de votos, y también probablemente quitar más votos a Morena.

Claro, no es automático que votos a favor de Monreal en la CDMX impliquen pérdida para AMLO en la votación federal, pero sí es probable.

En 2006 Felipe Calderón ganó la elección por una diferencia de 243 mil 934 votos.

En una contienda cerrada, incluso 400 mil votos pueden hacer la diferencia.

En aquella elección, AMLO rechazó la alianza con el Partido Social Demócrata (PSD), que postuló a Patricia Mercado, y que obtuvo 1 millón 128 mil votos. De haberlos tenido, AMLO hubiera ganado fácilmente la presidencia.

¿Será la exclusión de Monreal en esta ocasión el equivalente de lo que pasó hace 12 años con el PRD?

No necesariamente. Pero, es probable que las actitudes de AMLO estén apuntando a reproducir su comportamiento político de entonces.

La propuesta de reponer las encuestas por parte de Monreal seguramente es la última oferta del zacatecano, antes de aceptar ponerse a la cabeza de alguna otra fuerza o fuerzas políticas en la CDMX, que bien podrían cambiar la historia del 2018.