Las Encuestas

Superman, la Mujer Maravilla y el poder de la popularidad

‘Como los superpoderes, la popularidad también genera fascinación’, analiza Alejandro Moreno sobre la más reciente encuesta de El Financiero.

El regreso de Superman al cine este verano, así como de otras películas de superhéroes, nos recuerda la gran fascinación que pueden generar los superpoderes.

Al igual que en la versión de 1978, que algunos recordamos con nostalgia y con especial aprecio por Christopher Reeve, la película de James Gunn de este 2025 ofrece aventuras, proezas y desventuras del hombre de acero, pero también temas coyunturales y símbolos que tienen que ver con el poder, la humanidad, los alienígenas (léase inmigrantes) y otros temas vistos bajo las perspectivas de hoy.

No pretendo hacer una reseña (ni tampoco spoilers), pero me llamó mucho la atención el peso que la película le da al factor popularidad.


La popularidad, o aceptación popular, aprobación del público, apoyo o simpatía de la gente, parece ser una fuente de poder tal para Superman que supera, incluso, a sus propios poderes sobrehumanos. Ser popular le hace sentir legítimo, apreciado, motivado, poderoso.

Por el contrario, ser impopular o no tener una buena reputación ni el aprecio de la gente le debilita, le desmotiva, le quita el propósito de su misión, cualquiera que esta sea.

La película retrata esta era de redes sociales, bots, desinformación y noticias falsas, al grado que los hashtags negativos parecen lastimar a Superman tanto o más que la kryptonita.

Si usted creía que a Superman le sobra la autoestima, esta versión del director parece decirnos que la falta de apoyo popular lo golpea y lo deprime.

La popularidad es un factor tan poderoso que los antiguos griegos, que experimentaron con la democracia temprana, se dieron cuenta de que había que contenerla, y se inventaron una vía institucional para disminuir su posible efecto tiránico: el ostracismo.

Tanto para Superman como para su acérrimo enemigo, Lex Luthor, la popularidad es el poder sobre los demás poderes, incluido el económico o el político. Superman sin popularidad simplemente no es Superman. Y para derrotar a Luthor, es crucial que la opinión pública se le voltee en contra al villano. El desprecio popular es el temor de ambos.

A raíz de todo esto, intentamos medir la popularidad de los superhéroes en México. Para ello se incluyó una pregunta en la encuesta nacional del mes de julio. Además de Superman, la lista incluyó a Batman, Spiderman y Ironman. La editora de encuestas de El Financiero sugirió incluir a la Mujer Maravilla.

El sondeo arrojó que la figura más popular de esa lista desbalanceada hacia lo masculino fue precisamente Wonder Woman.

Al preguntar cuál es su superhéroe favorito, la Mujer Maravilla obtuvo 21 por ciento de las preferencias, seguida por el Hombre Araña, con 16 por ciento; Superman, con 13 por ciento; Batman, con otro 13 por ciento, y Ironman, con 10 por ciento. Otras menciones obtuvieron 6 por ciento.

Lo más interesante es que la preferencia por la Mujer Maravilla proviene predominantemente de las mujeres: casi 80 por ciento de su base de apoyo es femenina.

¿Tiempo de mujeres? Ls presidenta de México, Claudia Sheinbaum está en uno de sus puntos de mayor popularidad (Especial Nación321)

En contraste, la mayoría de los hombres dividieron sus preferencias entre los superhéroes masculinos: Spiderman, Superman y Batman.

Esa brecha de género, claramente marcada en los resultados de la encuesta, creo que refleja la movilización de la identidad femenina en nuestros tiempos. Como diría la presidenta Claudia Sheinbaum, son tiempos de mujeres.

La encuesta se hizo antes de la Conferencia Regional sobre la Mujer que tuvo lugar esta semana, la cual contó precisamente con la participación de la presidenta Sheinbaum y de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada.

Es factible que la popularidad de la Mujer Maravilla tenga que ver un poco con las recientes películas de Gal Gadot interpretando a la amazona, pero creo que es más probable que ese apoyo femenino que se observa en la encuesta refleja un tema de identidad crecientemente movilizada en el discurso político.

Las encuestas recientes muestran que la popularidad o aprobación a Sheinbaum y a Brugada se mantienen por encima de 70 por ciento, y también que ambas cuentan con más apoyo entre las mujeres que entre los hombres, particularmente la presidenta. La brecha de género en estos casos no es tan amplia, ya que ambas cuentan con altos niveles de popularidad, pero sí resulta evidente.

Como los superpoderes, la popularidad también genera fascinación.

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