Las Encuestas

La evolución cultural en México

El movimiento hacia la autoexpresión ha venido abriendo una brecha entre las generaciones de mayor y menor edad, volviéndose un nuevo eje de polarización social.

El miércoles 11 de junio se presentó La evolución cultural en México: cuatro décadas de cambio de valores, 1982-2023, el más reciente libro de quien esto escribe.

El libro está editado por el Banco Nacional de México como volumen VII de la serie Los valores de los mexicanos, iniciada en los años 80 bajo los auspicios del banco y con los trabajos del Dr. Enrique Alduncin. La presentación fue en el Palacio de Cultura Banamex, también conocido como el Palacio de Iturbide.

En este volumen se analizan los datos de dos series de encuestas: una es la Encuesta Mundial de Valores, realizada en México en los años 1982, 1990, 1996-97, 2000, 2005, 2012 y 2018, y la otra es la encuesta de valores de Banamex, en especial de los años 2003 y 2023.


Todos esos datos se recopilaron a lo largo de cuatro décadas en las que el país y sus instituciones se fueron transformando y, de acuerdo con los resultados de estas encuestas, la sociedad mexicana y sus valores también.

Esa colección de encuestas retrata los valores y creencias de cinco generaciones de mexicanos: la que denomino generación Posrevolución, nacida entre 1923 y 1945; la generación de Baby Boomers, nacida entre 1946 y 1964; la generación X, nacida entre 1965 y 1980; la generación Millennial, nacida entre 1981 y 1996, y la generación Centennial, también conocida como generación Z, nacida entre 1997 y 2012, aunque solamente con su segmento nacido hasta 2005, que ya había llegado a la edad adulta al momento de la encuesta de 2023.

La tarea del libro es mirar los datos acumulados de México, a la luz de la teoría de la evolución cultural y el cambio de valores desarrollada a nivel mundial por el profesor Ronald F. Inglehart, autor de libros como The Silent Revolution (1977), Culture Shift (1990), Modernization and Postmodernization (1997) y Cultural Evolution (2018).

Bajo esa perspectiva, los datos de México a lo largo de cuatro décadas muestran una sociedad que se ha movido en dos ejes valóricos importantes, el de la tradición y la modernidad, y el de la supervivencia y la autoexpresión.

En el primer eje, y contrariamente a las expectativas de la Teoría de la Modernización que imperó en las ciencias sociales en buena parte de la segunda mitad del siglo XX, la sociedad mexicana se ha ido moviendo más hacia los valores tradicionales que hacia a los modernos, o racional-seculares, como les llamaba Inglehart.

En el segundo eje, la trayectoria ha sido hacia la autoexpresión, un síndrome cultural en el que predomina la libertad de elección. Esto nos permite interpretar que el movimiento en el primer eje ha sido por decisión y no por imposición. La sociedad mexicana ha retomado rasgos tradicionales por voluntad propia.

En estos dos movimientos, las encuestas detectan y documentan una dinámica intergeneracional muy importante: en el eje de la tradición y la modernidad, las diferencias generacionales han disminuido. El retorno a la tradición no nos divide tanto.

Por el contrario, el movimiento hacia la autoexpresión ha venido abriendo una brecha entre las generaciones de mayor y menor edad, volviéndose un nuevo eje de polarización social.

Los datos ofrecen evidencia para corroborar la pertinencia de las hipótesis de Inglehart sobre el cambio cultural: el cambio de valores que se da por el reemplazo generacional, cuando las generaciones nuevas son portadoras de valores diferentes, reflejo de condiciones de vida distintas, y por efecto de conformidad, por medio del cual las generaciones previas se van adaptando y van adoptando los valores nuevos.

Con base en esto último, el libro plantea la siguiente provocación: si bien la Generación de Baby Boomers y la Gen X llevan el mando de las instituciones, desde la familia, las empresas y el gobierno, la ruta de cambio está definida por las nuevas generaciones, Millennials y Centennials. En otras palabras, las primeras llevan el volante del vehículo social, pero las segundas traen el GPS de los valores y, con ello, marcan la ruta hacia dónde vamos.

Los datos documentan un acelerado cambio de valores entre las nuevas generaciones, pero también una adaptación de las generaciones mayores, excepto la Posrevolución, que había sido la más resistente al cambio, pero que ya ha sido reemplazada en su gran mayoría.

Esto lleva a una segunda provocación, o acaso, invitación a revisar el libro y, sobre todo, los datos: el México posterior a 2040, cuando las actuales generaciones jóvenes estén al mando, el país será un reflejo de sus valores. Quizás el autor peque de optimista, pero la encuesta de valores parece ser una ventana al futuro.

Agradezco a las y los participantes y a quienes hicieron esta presentación posible. El libro puede descargarse en versión electrónica en el sitio: fomentoculturalbanamex.org.

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