Alejandro Moreno: Lucha de clases, en modo electoral

Esta "lucha de clases" denota el peso de factores sociológicos y económicos en el voto
Esta "lucha de clases" denota el peso de factores sociológicos y económicos en el voto
Vía electoral.Esta "lucha de clases" denota el peso de factores sociológicos y económicos en el voto
Cuartoscuro | Shutterstock
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Alejandro Moreno
Director de encuestas de Nación321
2022-06-24 |08:46 Hrs.Actualización08:46 Hrs.

Las encuestas que publicó El Financiero esta semana sobre intención de voto en Coahuila, Estado de México y Ciudad de México revelan un rasgo muy peculiar que están mostrando los comicios en el país: el enfrentamiento de clase a través de las urnas.

Las mencionadas encuestas muestran escenarios competidos en las tres entidades, con empate estadístico entre la alianza PAN-PRI-PRD y Morena-PVEM-PT en CDMX y Coahuila, y una ventaja de ocho puntos para Morena en Edomex.

Analizando un poco más a fondo, me encontré con diferencias en la intención de voto según la autoidentificación de clase social de las personas entrevistadas. En las tres plazas, la clase media apoya más a la alianza PAN-PRI-PRD, mientras que la clase baja apoya más a Morena y sus aliados.

Esas diferencias por clases no son menores: en CDMX y Coahuila, la alianza PAN-PRI-PRD cuenta con un apoyo mayoritario de 51 por ciento entre la clase media, y de 34 y 38 por ciento entre la clase baja, respectivamente, con brechas de 17 y 13 puntos porcentuales.

En el Estado de México se sigue el mismo patrón: la clase media prefiere ligeramente más a la alianza PAN-PRI-PRD, con 44 por ciento, que a la alianza de Morena, que capta 40 por ciento. Por su parte, la clase baja mexiquense se decanta con mayor claridad: 32 por ciento prefiere a la alianza Va por México y una mayoría de 52 por ciento a Morena y sus aliados: la diferencia son 20 puntos.

Según las mismas encuestas, 56 por ciento de personas entrevistadas en la capital del país se clasifica a sí mismo como clase media y 42 por ciento como clase baja. En Coahuila, las proporciones son 42 y 57 por ciento, mientras que en Edomex el estudio arroja 47 y 52 por ciento.

Esta “lucha de clases” por la vía electoral denota el peso de factores sociológicos y económicos en el voto, pero creo que en el fondo hay mucho más: esta división de clase es tan sólo un aspecto de la polarización política que hoy caracteriza al país en torno a cosmovisiones y valores; es una polarización que abarca diferencias ideológicas y actitudes hacia la 4T, así como otras identidades sociopolíticas que se han activado con la narrativa del Presidente y su partido.

Por ejemplo, la muy criticada y casi en desuso escala ideológica de izquierda y derecha genera hoy diferencias muy marcadas en la intención de voto. Quienes se consideran de derecha o centro-derecha prefieren a la alianza PAN-PRI-PRD en 69 y 65 por ciento en Coahuila y Edomex, y hasta 83 por ciento en CDMX.

En contraste, quienes se consideran de izquierda o centro-izquierda prefieren la alianza de Morena en 59 por ciento en CDMX, y en 62 y 63 por ciento en Edomex y Coahuila. Si el voto de clase está fuerte, el voto ideológico lo está todavía más.

Por si fuera poco, estar a favor o en contra de la 4T es lo que más divide actualmente a los electores. Cheque usted este dato de la Ciudad de México al respecto: entre quienes están a favor de la 4T, 82 por ciento votaría por Morena y aliados, y 10 por ciento por PAN-PRI-PRD. Entre quienes están en contra de la 4T, 76 por ciento votaría por la alianza opositora y 13 por ciento por Morena y compañía. La 4T polariza más que la ideología y que la clase social, pero todas van en la misma dirección.

Lo más curioso es que el efecto de la clase social se observa con las alianzas y no tanto con los partidos por separado. En CDMX, Morena capta un poco más de votos de clase media que el PAN, pero la alianza PAN-PRI-PRD supera a Morena y sus aliados entre la clase media.

La “lucha de clases” refleja el actual bipartidismo de facto representado por las alianzas. El voto hoy es una expresión de la clase social, pero, sobre todo, de la ideología y de las posturas hacia el Presidente y su proyecto. La 4T es hoy el factor más importante del voto en elecciones nacionales y estatales, y la clase es un componente de ello. Habrá que seguir analizando rumbo a 2023 y 2024.