Alejandro Moreno: Ilusionados pero no ilusos

Los mexicanos tienen claro que el gobierno de AMLO enfrenta retos difíciles de cumplir
Los mexicanos tienen claro que el gobierno de AMLO enfrenta retos difíciles de cumplir
EN LA AGENDA.Los mexicanos tienen claro que el gobierno de AMLO enfrenta retos difíciles de cumplir
Nación321
autor
Alejandro Moreno
Director de encuestas de Nación321
2020-01-17 |07:03 Hrs.Actualización07:02 Hrs.

Apuntaba Italo Calvino en La jornada de un escrutador (1963) que "en política como en todas las cosas en la vida, [...] sólo cuentan dos principios: no hacerse demasiadas ilusiones y no dejar de creer que cualquier cosa que hagas puede servir". Retomo la frase porque me parece que refleja una faceta hasta ahora poco discutida de la opinión pública mexicana con respecto al actual gobierno.

Durante varios meses hemos visto a través de las encuestas a un público mexicano mayoritariamente esperanzado, hasta cierto punto ilusionado, con el gobierno. Los niveles de apoyo popular al presidente reflejan expectativas ciudadanas muy favorables. Pero al mismo tiempo, el público mexicano está muy consciente de la dificultad de los retos y problemas que enfrenta el gobierno. Parece que estamos ante una sociedad que tiene expectativas favorables pero cautelosas.

El tema del avión presidencial que se discutió esta semana ilustra bien este fenómeno. En el discurso de López Obrador, como candidato y como presidente, la venta del avión no parecía tener mayor dificultad y se daba por hecho. Pero la noticia de que el avión regresa a México sin venta de por medio envía otro mensaje: no es tan fácil como parecía.

Entre la opinión pública, la intención de vender el avión se ha visto positiva pero cautelosamente desde tiempo atrás. En una encuesta nacional publicada en este diario cuando se cumplió un año de las elecciones (1 julio 2019), el 62 por ciento de los entrevistados expresó su apoyo a la propuesta de vender el avión presidencial, una de las promesas de campaña de AMLO, mientras que 27 por ciento expresó una opinión negativa.

Este amplio apoyo a los planes de vender el avión, más o menos coincidente con el nivel de aprobación al presidente registrado en ese momento, de 66 por ciento, contrastaba con la percepción de que la venta no iba a ser nada fácil. Una encuesta nacional de El Financiero realizada en abril de 2019, arrojó que el 16 por ciento de los entrevistados creía que la venta del avión presidencial era un reto fácil o muy fácil para el gobierno, mientras que el 82 por ciento lo veía como un reto difícil (52%) o muy difícil (30%). Aunque el presidente se mostraba retóricamente optimista y seguro de la venta, la opinión pública no la daba por hecho.

Esa actitud de cautela de la ciudadanía la vemos también en otros temas abordados por la misma encuesta de abril: el 88 por ciento de los consultados describía como difícil o muy difícil generar un mayor crecimiento económico; el 92 por ciento veía difícil reducir la inseguridad; también un 92 por ciento veía difícil reducir la pobreza; y el 93 por ciento calificaba como difícil eliminar la corrupción. Incluso el trato con el presidente Donald Trump, el 91 por ciento lo consideraba como un reto difícil. Para la mayoría de la gente, gobernar y dar resultados no es pan comido, tiene un alto grado de dificultad, y los problemas los ven esperanzados pero con cautela.

Estos datos sugieren que la intención y cualquier acción de gobierno encaminadas a resolver los problemas del país, independientemente de los resultados, pueden ser bien valoradas por la ciudadanía ("no se deja de creer que cualquier cosa puede servir", decía Calvino). Sin embargo, el discurso de que las cosas son fáciles o que es pan comido no tienen a un público incondicionalmente receptivo enfrente. Para un gobierno que sabe y que gusta de comunicar, el mensaje de esto es no dar por hecho que el público acepta cualquier recurso retórico, por optimista que éste sea.

Vender un avión no es pan comido; bajar la criminalidad, tampoco; eliminar la corrupción, menos. Todo ello es deseable, pero los mexicanos tienen claro que son retos muy difíciles. Las encuestas nos muestran que el público mexicano puede estar ilusionado, pero no es iluso.