Una nueva esperanza para la política

En esta ocasión un joven de Nuevo León nos comparte su visión de la política
En esta ocasión un joven de Nuevo León nos comparte su visión de la política
Nuevas ideas.En esta ocasión un joven de Nuevo León nos comparte su visión de la política
Nación321
Mauricio Ferrara*
2018-02-11 |17:05 Hrs.Actualización17:04 Hrs.
NOTA EDITORIAL

Nación321 quiere conocer y dar a conocer qué piensan los jóvenes en México. Con este fin abrimos NUEVAS IDEAS, un espacio para que los ciudadanos escriban sus puntos de vista sobre la realidad que vive nuestro país. Hoy escribe Mauricio Ferrara

Nuevo León desde hace ya rato, al menos desde el inicio del milenio, ha sido el “wild card” con ganas de ser “swing state” en el mapa político de México. Un estado con una dualidad imposible, conservador en sus raíces y liberal en sus hojas; lo que da como resultado una sociedad con una doble moral y gobernantes con ideas nuevas pero mañas viejas.

Un claro ejemplo es el Bronco, un conservador a todas luces, pero basado en una plataforma nueva, “el independiente”. Priísta de antaño, alcalde sin pena ni gloria, administración turbia y con propuestas demagogas, pero aún así su equipo de marketing supo vender al ingeniero agrónomo de una manera que impactara el núcleo del regiomontano, un hartazgo de la clase política combinada con un férreo ímpetu de trabajo y una actitud echada pa’ delante.

Eso y unas cuantas palabras soeces bastaron para congregar al electorado neoleonés y poner en el palacio de cantera al primer gobernador independiente de la era moderna de México, ahora precandidato independiente a la Presidencia.

Con ello no vino gran cambio en el Poder Legislativo del estado, pero sí una gran sorpresa, un diputado joven, con currículo de tecnócrata y actitud de progresista norteño, enfocado al crecimiento económico sin dejar de lado el aspecto social: Samuel García de Movimiento Ciudadano, un Gavin Newsome sampetrino.

Con solo dos personas en su bancada logro hacer más ruido que los otros dos partidos del establishment el llamado “PRIAN”, ambos con mayoría aplanadora en la casa de representantes del estado.

Samuel comenzó su carrera en la política de manera ejemplar, haciendo lo que pocos, escuchando a la gente de su distrito y organizando reuniones coloniales en los barrios más lastimados de San Pedro Garza García, también donó su sueldo mensualmente a una causa social de su elección, todo esto mientras terminaba un doctorado en la EGAP del Tec y comenzaba el segundo. Ah, y también publicó dos libros.

Conforme fue pasando el tiempo, empezó a develarse su aire de Narciso y su forma opulenta de vivir, al fin y al cabo, de San Pedro el muchacho. Pero eso sí, siempre con una actitud proactiva y con ganas de cambiar el status quo.

Lo que me lleva a la nueva esperanza de la política en Nuevo León, Luis Donaldo Colosio Riojas. Sí, el hijo de Luis Donaldo Colosio Murrieta, esa esperanza de la cual no nos dejaron ver los frutos y que marcó un parte aguas en la historia de México.

A mediados de enero, Luis Donaldo anunció su candidatura a diputado local, también por el distrito 18, también con MC.

Sin duda su solo nombre trae a la generación de mis padres un recuerdo trágico, pero con una sensación de esperanza al futuro.

Abogado egresado del Tec, empresario, activista y emprendedor, un candidato prometedor sin duda.

Aunque naciente su carrera política, con su nombre no tendrá problema en subir los resbalosos peldaños del poder político en México.

Su decisión de ir por MC y no por el PRI sorprende y la razón por la que lo hizo nos deja ver hacía donde se inclina su postura; escogió al Movimiento Naranja por ser una plataforma en la que puede ser un “ciudadano libre”, donde se prefiere al debate de ideas y donde puede plantearse un proyecto legislativo a largo plazo, faltará ver sus propuestas.

Tengo esperanza en que Colosio Riojas pueda seguir encaminando a Nuevo León a los objetivos que siempre lo han distinguido, con una renovada visión política y social que desemboque en la prosperidad de los ciudadanos neoleoneses.

Esta nueva ruta que propone MC, al menos en mi estado, de dejar atrás el solapamiento del candidato por más indefendible que sea y comenzar a generar debate de ideas, abandonar la estructura de carrera dentro del partido y darle prioridad a las propuestas y a la generación valor público es, para mí, la nueva esperanza de la política mexicana, una que valore las ideas por encima de compadrazgos y favores, una política en la que el bueno se haga más bueno y no al revés, que genere política pública de largo alcance, que arrastre con su ejemplo y no estanque con vicios de siempre; un panorama lejano pero con una esperanza nueva.

* Mauricio Ferrara es estudiante de Derecho y Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey. Miembro activo de Phi Delta Phi Internacional. Su Twitter es @MauricioFerrara