Un poderoso terremoto azotó una región rural y montañosa del este de Afganistán este miércoles, matando a mil personas e hiriendo a mil 500 más en uno de los terremotos más letales en décadas, informó la agencia de noticias estatal. Los funcionarios advirtieron que el número de víctimas todavía puede aumentar.
La información siguió siendo escasa sobre el sismo de magnitud 6.1 cerca de la frontera con Pakistán, pero los terremotos de esa fuerza pueden causar graves daños en una zona donde las casas y otros edificios están mal construidos y los deslizamientos de tierra son comunes. Los expertos sitúan la profundidad en solo 10 kilómetros, otro factor que podría conducir a una destrucción grave.
El Departamento Meteorológico de Pakistán detalló que el epicentro del terremoto se localizó en la provincia de Paktika en Afganistán, a 50 kilómetros al suroeste de la ciudad de Khost. Los edificios también fueron dañados en la provincia de Khost, y se sintió el movimiento a 375 kilómetros de distancia en la capital pakistaní de Islamabad.
El desastre planteó una gran prueba para el gobierno liderado por los talibanes, que tomó el poder el año pasado mientras Estados Unidos planeaba retirarse del país y poner fin a su guerra más larga, dos décadas después de derrocar a los mismos insurgentes a raíz de los ataques del 11 de septiembre.
Los rescatistas llegaron a la zona en helicóptero el miércoles, pero es probable que la respuesta sea complicada, ya que muchas agencias internacionales de ayuda abandonaron Afganistán después de la toma del poder por parte de los talibanes. Llegar a las zonas rurales incluso en las mejores circunstancias sigue siendo difícil en Afganistán, una nación sin litoral poco más pequeña que Texas con carreteras de montaña llenas de baches que ahora pueden haber sufrido daños significativos.
Las imágenes de Paktika muestran a hombres llevando a la gente en mantas a helicópteros en espera. Otros fueron tratados en el suelo. Se podía ver a un habitante recibiendo líquidos intravenosos mientras estaba sentado en una silla de plástico fuera de los escombros de su casa y aún más estaban esparcidos por las camillas.
Algunas imágenes muestran a los pobladores recogiendo ladrillos de arcilla y otros escombros de casas de piedra destruidas, algunos de cuyos techos o paredes se habían derrumbado.
El número de muertos dado por la Agencia de Noticias Bakhtar fue igual al de un terremoto en 2002 en el norte de Afganistán. Esos son los más letales desde 1998, cuando un terremoto de magnitud 6.1 y los temblores posteriores en el remoto noreste de Afganistán mataron al menos a 4 mil 500 personas.
